Una jornada que inició con alegría y compañerismo terminó en tragedia para el gremio educativo del Distrito Especial de San Andrés de Tumaco. La profesora Yakeline Minota Ortiz, de 44 años, perdió la vida por inmersión en el río conocido como El Salto, ubicado en el sector carretera del corregimiento de Cajapí, kilómetro 33 de la vía Tumaco–Pasto, zona rural del municipio.
La docente, quien impartía la materia de Ciencias Naturales en la Institución Educativa Peña Colorada, participaba junto a sus colegas en una actividad de integración organizada por la institución para conmemorar el Día del Maestro. El evento incluía un día de campo con un tradicional sancocho de gallina de campo, y transcurría sin contratiempos hasta horas de la tarde.
La arrastró
De acuerdo con testimonios recogidos en el lugar, la profesora Minota Ortiz ingresó nuevamente al río con la intención de cruzar de una orilla a otra. Sin embargo, fue sorprendida por un repentino aumento en el caudal del afluente, producto de lluvias intensas en la parte alta de la cuenca. La fuerza de la corriente la arrastró rápidamente, sumergiéndola frente a la mirada impotente de sus compañeros.
Pese a los esfuerzos inmediatos de sus colegas por ubicarla, solo fue posible encontrar su cuerpo varios metros río abajo, tras una búsqueda desesperada. Fue trasladada de urgencia al Hospital San Andrés de Tumaco, donde fue recibida por el personal médico y de enfermería, pero lamentablemente ya no presentaba signos vitales.
Inspección
Agentes de la SIJIN hicieron presencia en el hospital para realizar la inspección técnica del cadáver y formalizar el levantamiento, antes de entregar el cuerpo a sus familiares.
Yakeline Minota era una docente ampliamente reconocida y apreciada por su labor en la comunidad educativa. Hacía parte del equipo docente de la Secretaría de Educación de Tumaco desde hace 11 años, y se desempeñaba como profesora de aula en el área de Ciencias Naturales. La profesora era casada y madre de tres menores de edad. Residía en el barrio La Florida, Comuna 2 de la ciudad de Tumaco, donde vivía junto a su esposo y sus hijos. Su muerte ha causado un profundo pesar no solo en su entorno familiar y profesional, sino en toda la comunidad educativa del distrito, que lamenta la pérdida de una educadora dedicada, comprometida y respetada.

