Este lunes 22 de diciembre de 2025 se cumplen doce años de la partida de Diomedes Díaz, uno de los cantautores más influyentes del vallenato en Colombia. Su ausencia física no ha borrado su presencia en la memoria colectiva. Por el contrario, su obra continúa vigente, generando ingresos y despertando interés en nuevas generaciones que descubren sus canciones.
El día que el vallenato se vistió de luto
Un día como hoy, en 2013, el género vallenato perdió a su máximo referente. Diomedes Díaz, conocido como El Cacique de La Junta, falleció en Valledupar, dejando un vacío difícil de llenar. Su partida marcó un antes y un después en la historia de la música popular colombiana.
Canciones que siguen sonando
A pesar del tiempo, temas como Título de Amor, Mi Primera Cana y Amarte Más No Pude continúan presentes en fiestas, emisoras y plataformas digitales. Su música se convirtió en parte del ADN cultural del país. Incluso en celebraciones recientes, como el triunfo del Junior de Barranquilla, su nombre volvió a sonar con fuerza gracias a la icónica canción Regalo a Barranquilla.
Su último adiós en los escenarios
Días antes de su muerte, Diomedes lanzó el álbum La vida del artista, su último trabajo discográfico. Su despedida ocurrió entre el 20 y 21 de diciembre de 2013, en la discoteca Trucupey de Barranquilla. Quienes asistieron recuerdan un concierto distinto: menos energía, un semblante apagado y la sensación de que el artista presagiaba su final.
Un legado que trasciende
Hoy, doce años después, Diomedes Díaz sigue siendo un símbolo del vallenato. Su música no solo acompaña a quienes crecieron con ella, sino que también conquista a nuevas audiencias. El Cacique dejó un catálogo inmenso que continúa inspirando y que reafirma su lugar como uno de los grandes íconos de la cultura colombiana.
Una memoria que no se apaga
El 22 de diciembre de 2025 recuerda que Diomedes Díaz no se fue del todo. Su voz, sus letras y su estilo permanecen vivos en cada acorde de acordeón y en cada verso que se canta en las calles, demostrando que el vallenato aún late con la fuerza del Cacique.

