Miembros de la guardia indígena Nasa, parte de la Minga con el presidente Gustavo Petro, fueron recibidos a balazos al intentar liberar a un joven secuestrado para su reclutamiento.
Momentos de tensión y caos se vivieron en la vereda La Bodega del municipio de Toribío, en el departamento del Cauca, cuando comuneros de la guardia indígena Nasa, presuntamente participantes de la Minga que se desarrolló en Cali junto al presidente Gustavo Petro, fueron objeto de un violento ataque mientras intentaban rescatar a un menor de edad que había sido secuestrado para su reclutamiento por grupos armados.
El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), a través de su cuenta oficial de X, denunció el suceso, señalando que el ataque provino de la disidencia de la Dagoberto Ramos, liderada por Iván Mordisco del Estado Mayor Central.
Según los reportes preliminares, el enfrentamiento dejó como saldo dos personas gravemente heridas y al menos una persona fallecida, entre las que se encontraría la mayora Carmelina Ascué Yule, integrante destacada de la guardia indígena. La senadora Aida Quilcue también se sumó a las denuncias del hostigamiento sufrido por la comunidad.
«A tan solo un día de que la Minga se encontrara con el presidente Gustavo Petro en Cali para discutir sobre paz y cambios necesarios para la transformación del país, en el Cauca, los actores armados ilegales atacan de manera indiscriminada a la población civil», expresó una autoridad del resguardo indígena que prefirió mantenerse en anonimato por motivos de seguridad.
Violencia
Se informa que el menor que estaba siendo retenido por los grupos disidentes logró escapar durante el enfrentamiento. Según Leonardo González, director de Indepaz, el joven en cuestión es estudiante de décimo grado de la Institución Educativa de la vereda Sesteadero, y también es comunero de la vereda La Palma de Toribio.
«La autoridad Neehnwe sx del territorio Vxuu Beh Kiwe ha decidido mantenerse en asamblea permanente, dado que el comunero iba a ser llevado por parte de dicho grupo armado», agregó González.
Ante la escalada de violencia, la comunidad indígena ha pedido ayuda a diversos sectores campesinos, al Gobierno nacional y a otros actores, considerando la situación como una emergencia. La situación sigue siendo tensa y se espera una respuesta contundente por parte de las autoridades para garantizar la seguridad de la población afectada.