Carlos Santa María

Diario del Sur: historia de un compromiso

Por: Carlos Santa María.

En 1983, cuando nace el periódico, había conflictos internacionales duros como la guerra subsidiaria iniciada por Estados Unidos contra Irán a través de Sadam Hussein en Irak, aliado que posteriormente fue ahorcado bajo las órdenes del gobierno estadounidense.

En ese año recibí la invitación de don Hernando Suárez a escribir en un diario que iniciaría una visión más liberal que el conservador “El Derecho”, dirigido por el reconocido y polémico periodista León Pio Acosta.

Acepté este compromiso con el objetivo de desarrollar el pensamiento crítico a través de una columna que expresara realidades distintas a las que tradicionalmente se daban por los Medios, exponiendo sin limitaciones siempre hasta ahora ideas que usualmente mostraban ópticas diferentes y divergentes de ver el mundo, la vida, el desarrollo de lo humano y la sociedad en su conjunto. Por tanto, desde su origen escribo en esta herramienta informativa, cultural y política del Departamento.

Mi sentimiento al ser y hacer parte de un gran equipo que ha ido consolidándose año tras años y donde se han visto rostros en tránsito hacia la eternidad, viajes de despedida y quienes quedan con su prestancia, es de alegría y esperanza pues las letras emiten mensajes y quienes los ven dando muchas veces su saludo, el cuestionamiento o análisis similar, lo que llena de emoción a quien cumple su palabra en el tiempo.

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El futuro de DIARIO DEL SUR está ligado fundamentalmente a su fundador, pues sin su empuje y valentía para realizar este emprendimiento no se hubiera mantenido durante más de 40 años. Por ello quiero detenerme en este punto.

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La dirección de un diario comprende, como en este caso, la búsqueda del recurso económico siempre escaso, una construcción de un grupo intelectual que comparta su excelencia, una clase trabajadora como soporte de la producción y el mercado de este producto cultural. Esa aventura sólo es posible con un líder carismático y de fortaleza que continúe en este propósito de escritura.

Nosotros, comprometidos siempre en este proceso, apoyaremos su legado.