Carlos Santa María.

Diálogos Regionales Vinculantes: 7 criterios

Este lunes 11 se dio apertura a la propuesta del nuevo gobierno sobre la necesidad de realizar un documento que exprese la problemática de Nariño y sus soluciones, para ligarlo al Plan Nacional de Desarrollo.

Al respecto, hoy se desarrollará la Metodología para concretar ese proceso y es importante aportar con algunos criterios que permitan enriquecer esta propuesta.

Primero, es una oportunidad histórica permitiendo saldar la deuda nacional con Nariño, por lo cual se requiere unidad y sensatez inteligente para realizarlo.

Segundo, comienza desde las bases populares que son la esencia de este territorio y quienes lo representarán, sin intermediación de políticos tradicionales clientelistas.

 

«Primero, es una oportunidad histórica permitiendo saldar la deuda nacional con Nariño, por lo cual se requiere unidad y sensatez inteligente para realizarlo».

 

Tercero, puede dividirse el Departamento en 13 subregiones las cuales determinen la prioridad de sus proyectos y la solución, para luego en un gran documento mostrar resultados investigativos solventes que establezcan lo común (por ejemplo, carreteras), y lo particular imprescindible.

Cuarto, debe formarse un comité organizador o Centro de Coordinación provisional a partir de las bases que organice la planificación y cronograma, ajustado a los tiempos reales de trabajo.

Quinto, el documento debe contener el modelo de sociedad nariñense que se desea, con una estrategia esencial y los proyectos establecidos a partir de la comunicación con todos los actores poblacionales, territoriales y sectoriales. Este será presentado a un Comité salido de las subregiones, integrando el conocimiento acumulado, realizando la adecuación técnico científica con apoyo efectivo de Planeación Nacional.

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Sexto, lo consignado es un mandato a dialogar con el nuevo gobierno, que será presentado directamente por sus integrantes   comisionados.

Séptimo, el principio esencial es la democracia participativa, deliberativa y resolutiva, que indica un poder popular para avanzar en el desarrollo sostenible, soberano, con seguridad alimentaria y producción (agroindustrial), dentro de un proceso de humanización por la paz.

Es imprescindible, entre otros, delimitar quien aportará los recursos económicos (bajo control ciudadano), ya que requerirá tiempo y esfuerzo generoso considerable para lograr un resultado magnífico.

¡Que los vientos del Sur acompañen con sus odas a quienes asuman esta magna tarea!

Por: Carlos Santa María