Día Mundial de la Codificación: el lenguaje que transforma el mundo

Este 29 de octubre, el mundo celebra la segunda edición del Día Mundial de la Codificación, una jornada proclamada por la UNESCO en noviembre de 2023. Aunque es una efeméride reciente, su impacto ya se siente en múltiples sectores, desde la educación hasta la salud. El objetivo es claro: reconocer la codificación como una habilidad esencial en la era digital.

Un nuevo lenguaje para el siglo XXI

La codificación no es solo escribir líneas de código. Es desarrollar pensamiento lógico, creatividad y capacidad para resolver problemas. En palabras de la UNESCO, se trata de una nueva forma de alfabetización, indispensable para participar activamente en la transformación tecnológica que atraviesa nuestras vidas.

Desde la producción industrial hasta la comunicación cotidiana, el código está presente en casi todo lo que usamos. Aprender a programar permite entender cómo funcionan las herramientas digitales, crear soluciones innovadoras y contribuir a un mundo más conectado.

¿Por qué dedicarle un día?

La proclamación del Día Mundial de la Codificación busca visibilizar esta habilidad como motor de desarrollo económico y social. Además, llama la atención sobre las desigualdades en el acceso a la formación tecnológica. Sin diversidad en la programación y la inteligencia artificial, los avances pueden reproducir y amplificar brechas existentes.

Por eso, cada 29 de octubre, la UNESCO invita a los Estados Miembros a organizar actividades que promuevan la enseñanza del código, desde talleres escolares hasta hackatones comunitarios.

El sector salud: entre los más beneficiados

Uno de los campos donde la codificación ha generado mayor impacto es el de la salud. Profesionales médicos, ingenieros y científicos trabajan juntos para desarrollar algoritmos que mejoran el diagnóstico, personalizan tratamientos y optimizan la gestión hospitalaria. La programación se ha convertido en un lenguaje común que permite avanzar hacia una atención más eficiente y segura.

Una herramienta para el futuro

En esta segunda edición, el Día Mundial de la Codificación nos recuerda que programar no es solo para expertos. Es una habilidad que puede —y debe— estar al alcance de todos. Porque detrás de cada aplicación, cada sistema y cada avance tecnológico, hay una línea de código que alguien escribió para mejorar el mundo.