Hoy, 30 de julio, se alza una voz internacional contra uno de los crímenes más graves y silenciosos: la trata de personas. La fecha, establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas, invita al mundo a reflexionar sobre esta forma de esclavitud moderna que sigue afectando a millones de personas, especialmente mujeres, niñas, migrantes y comunidades vulnerables.
El lema de este año, “La trata de personas es un delito organizado – Poner fin a la explotación”, resalta una problemática cada vez más visible: el uso de víctimas en actividades ilícitas como tráfico de drogas, fraudes en línea o robos, sin que se reconozca su condición de víctimas. En lugar de protección, muchas veces reciben castigo.
Colombia y su panorama actual
En el contexto nacional, la Defensoría del Pueblo de Colombia alertó sobre una disminución preocupante en los reportes de trata, lo que podría indicar subregistro o falta de denuncia. De enero a junio de 2025 se registraron 109 casos, frente a los 203 reportados en todo 2024. El 96 % de las víctimas son mujeres, incluyendo integrantes de la población LGBTIQ+.
La explotación sexual sigue siendo la finalidad más reportada, con 89 casos, seguida del matrimonio servil, trabajos forzados y situaciones de servidumbre. Las zonas fronterizas continúan siendo puntos críticos de captación y traslado, reforzando la necesidad de fortalecer la vigilancia y las redes de apoyo comunitario.
Un crimen que se camufla
La trata de personas no siempre comienza con violencia directa. A menudo se disfraza como una oportunidad laboral, una propuesta afectiva o una promesa de migración segura. Por eso, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) impulsa campañas como “Tu vida cambia”, que ofrecen herramientas para detectar y reportar estos delitos.
Fernando Medina, jefe de misión de la OIM en Colombia, recalca que detenerse y analizar cualquier propuesta antes de tomar decisiones puede salvar vidas. También destaca que la migración regular es clave para evitar que las personas caigan en redes de explotación.
El llamado: actuar en comunidad
Este 30 de julio no se trata solo de conmemorar, sino de actuar. La prevención exige información, redes solidarias y compromiso institucional. Las comunidades tienen un rol clave: cuanto más visibles sean las señales, menos espacio tendrá la explotación.