El espíritu del “diablo” Hernández en la Plaza de Nariño en el dia del trabajo

Hoy, cuando en la ciudad de Pasto, Nariño y Colombia y el mundo, se conmemora el Primero de Mayo, Día del Trabajo, no hay duda que el espíritu de Edgar Hernández Vallejo, estará rondando la Plaza de Nariño, aunque esta vez no habrá un policía que lo pueda ver y detener, como alguna vez trataron de hacerlo, antes de que comenzará la tradicional manifestación de esta emblemática fecha.

Y es que “el diablo Hernández era un duro. Rebelde, revoltoso y revolucionario como él solo, se convirtió en el eterno protagonista de la conmemoración del Primero de Mayo en Pasto, en unas jornadas de antaño.

Como bien lo describió el colega Cristhian Mauricio Burgos, Edgar Hernández “fue un confeso izquierdista y luchador irrenunciable de las causas sociales en Pasto”, lo que hacía que en un día como hoy, Primero de Mayo, generalmente terminará en un calabozo del entonces F2.

Bueno, y ¿porqué “el diablo”. Pues según el mismo lo relató, una vez, siendo un muchacho, interrumpió al padre Sofonías Ramos, porque en su concepto, estaba hablando màs de la cuenta, en un discurso religioso y le dijo: “padre, qué le parece si deja de hablar tanta basura y seguimos con la clase de mecanografía”. Exaltado, el cura no podía creer lo que había escuchado de su estudiante y sin titubear, lo calificó como “el diablo”.

¡Y fue el mismo maligno!

Lo cierto es que el calificativo dado por el padre Sofonías Ramos a Edgar Hernández, no pudo ser más acertado, puesto que, en cada celebración del Primero de Mayo en Pasto, Hernández se convertía en el mero maligno, lo que lo convirtió en uno de los líderes màs importantes en las manifestaciones que siempre se hacían ese día.

“Días antes de esta fecha, nos reuníamos en las casas de los dirigentes del partido Comunista o de los compañeros de los sindicatos para ultimar detalles de la marcha, fabricar bombas molotov y llenarnos de valor para tomarnos las calles y exigir el respeto por la clase trabajadora”, manifestó antes de su muerte.

Peleas memorables

También recordó que, acompañado de destacados dirigentes de izquierda, como Heraldo Romero Sánchez, Orlando Patiño e Ignacio Coral, organizó multitudinarias marchas que, aunque según afirma no buscaban alterar el orden público, casi siempre terminaban en violentos enfrentamientos con la Fuerza Pública que dejaban cantidades de personas heridas y lesionadas”

“Nosotros intentábamos realizar movilizaciones pacíficas, pero si el F-2 u otra autoridad de ese entonces nos reprimía, teníamos que defendernos”, relata ‘El Diablo’.

Aseguró, además, que cada primero de mayo, en las décadas de los 70 y 80; estudiantes, sindicalistas, asalariados, sectores barriales y ciudadanos en general se volcaban a las calles de Pasto, para pedir mejores condiciones labores y un trato más digno por parte de empleadores. “Protestábamos por el despotismo de los dueños de las empresas hacia los obreros, exigiéndoles salarios dignos, contratos estables y un trato más humano”, le contó Edgar a Cristhian Mauricio Burgos, en ese entonces periodista de DIARIO DEL SUR.

Ladrones de cuello blanco

“El diablo”, Edgar Hernández, siempre decía que al paìs, se lo estaban robando, realidad que se comprobó con todos los grandes escándalos que se suscitaban a cada momento, hasta llegar al infame robo a la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo UNGRD, ocurrido cuando él ya había muerto.

Agregó que, en su época en todos los primeros de mayo, se marchaba a los gritos de “abajo el imperialismo” y “no a la venta de las riquezas de Colombia”, como el petróleo, el oro, el níquel y otros minerales a las empresas trasnacionales 

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“Aunque después de participar en estas marchas, muchos trabajadores eran despedidos, jamás bajamos la guardia, ni siquiera cuando agentes del F-2 asesinaron a dos obreros en pleno centro de Pasto”, señaló Edgar, quien reveló que también militó en las filas del M-19 bajo el mando de Carlos Pizarro y que en sus años como estudiante de Sociología en la Universidad Nacional en Bogotá, en donde vivió más de dos décadas, compartió salón de clases con el escritor Luis Fayad y el considerado último marxista de Colombia, Marcelo Torres.

TITULO (RECUADRO)

Todo se lo achacaban

 “Fueron pocos los primeros de mayo de los que pude salvarme del calabozo, le contaba a DIARIO DEL SUR, puesto que en el caso mío se hizo realidad eso de que cría fama y échate a dormir y por ello, en esas manifestaciones del Día del Trabajo toda papa explosiva, pedradas y también la quemada del muñeco del Tío Sam y la bandera de Estados Unidos, me la achacaban a mí y la Policía no descansaba hasta que me detenía. Inclusive una vez me iban a capturar, antes de que comenzara la manifestación”.

Poco antes de su lamentada muerte, Edgar Hernández, le contó a DIARIO DEL SUR, que, durante las campañas políticas, destacados políticos, le pedían sus consejos, en torno a la manera como debían trabajar sus candidaturas, por lo que se le solía ver en los cafés del entorno de la Plaza de Nariño, la que decía con humor que “era una de sus oficinas”.

De lo que estamos seguros es que esté donde esté, en compañía de San Pedro o de su tocayo, hoy Edgar Hernández, no se perderá por nada la conmemoración del Primero de Mayo.