En el marco del Plan de Campaña Ayacucho, el Batallón de Operaciones Terrestres N.° 14, parte de la Vigésima Tercera Brigada del Ejército Nacional, en conjunto con la Policía Nacional, han llevado a cabo una operación militar que resultó en la ubicación y destrucción de un laboratorio presuntamente utilizado para el procesamiento de clorhidrato de cocaína en la zona rural del municipio de Policarpa, Nariño. Esta acción no solo refleja la capacidad operativa de las fuerzas de seguridad, sino también su compromiso en la lucha contra el narcotráfico en Colombia.
La operación se realizó tras recibir información crucial proveniente de la inteligencia policial, que alertaba sobre la existencia de infraestructuras ilegales en la región. Gracias a un esfuerzo coordinado de las tropas, se logró el acceso a los lugares donde se hallaron diversos elementos utilizados para el procesamiento de narcóticos. Todos estos materiales fueron incautados y puestos a disposición de la autoridad competente.
Insumos
De acuerdo con el coronel John Edward Guerra, comandante de la Vigésima Tercera Brigada, los operativos en la zona también condujeron al descubrimiento de 1,400 galones de ácido clorhídrico, 845 galones de otros insumos líquidos, y 250 kilogramos de insumos sólidos empleados en la producción de narcóticos. Asimismo, se encontraron municiones y un arma de largo alcance, lo que sugiere la capacidad armamentista de los grupos delictivos en la región.
Las investigaciones preliminares apuntan a que estos laboratorios eran propiedad de la estructura residual de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), conocida como Estructura Franco Benavides, que opera en el área. La destrucción de estos laboratorios se llevó a cabo de manera controlada, cumpliendo con todos los protocolos de seguridad establecidos, evitando así cualquier riesgo adicional para la comunidad.
La magnitud del impacto de esta operación es significativa: se estima que se evitaría la comercialización de más de 700,000 dosis del alucinógeno, cuyo valor en el mercado ilegal internacional podría ascender a unos 6.8 millones de dólares. Esta cifra subraya la importancia de las acciones llevadas a cabo por el Ejército y la Policía, las cuales buscan desarticular la cadena de narcotráfico que afecta gravemente a Colombia y a la comunidad internacional.




