En el fin de semana anterior, larguísimo por cierto, en un informe de la Sra. personera de la isla de Providencia a través de la Doble W Radio, fue francamente descorazonador respecto de la reconstrucción de los daños que causó el huracán lota en su paso por el archipiélago. Ante todo lo más indignante de toda la tragedia es el engaño con la promesa de resanar, al menos en gran parte las urgentes necesidades en las que quedó sumida la Isla, en cien días. Palabras textuales del presidente cuando hizo la visita recorriéndolas en cuatrimotor.
Hasta la fecha después de los “cien días” más el año transcurrido no hay hospital porque funciona en una carpa. Podemos deducir las circunstancias que tienen que pasar los pacientes sobre todo los que requieren atención de urgencia que tienen que ser trasladados a San Andrés. No hace falta mucha imaginación para entender lo que aquello significa.
Los niños siguen en escuelas que también funcionan en carpas. (Sin comentarios… no hacen falta).
En cuanto a la vivienda, es vergonzoso después del anuncio del llamado “PLAN CIEN” lanzado el primero de enero de 2021 que tenía previsto reparar 877 casas y construir 1134 en el Archipiélago. “Estamos atrasados” reconoció recientemente Susana Correa, gerente de la reconstrucción. Sin embargo, la Contraloría alertó que solo se ha culminado la construcción mínima de viviendas.
La personera inclusive denunció que los constructores consumían licor con el consecuente retraso en el trabajo, pretextando falta de suministro de materiales provenientes de Barranquilla.
Las vías de Providencia son un desastre y las volquetas se limitan a rellenar los huecos con tierra, que obviamente con el primer aguacero queda el hueco lavado.
Como decimos arriba, no hace falta ser un genio para imaginar por lo que están pasando con el plan “100 días” los colombianos de Providencia.
Por: CARLOS ALVAREZ

