Deportivo Pasto se despidió de la fase de cuadrangulares finales del Fútbol Profesional Colombiano con un empate ante Millonarios que refleja hidalguía y dignidad, cualidades que cada vez parecen más escasas en el competitivo entorno del fútbol moderno.
A pesar de no lograr el objetivo de clasificar a la final, el equipo nariñense dejó una sensación de satisfacción entre su hinchada, mostrando que, más allá de los resultados, el juego limpio y la entrega siguen siendo esenciales en el deporte.
Bajo la dirección del técnico paraguayo Gustavo Florentín, el equipo fue creciendo a lo largo del torneo, mostrando un progreso constante en su rendimiento. El estratega, que siempre ha apostado por un fútbol ordenado y disciplinado, fue capaz de armar un grupo que, aunque no tuvo los nombres más rutilantes ni los presupuestos más altos, supo competir con grandes equipos. Esta temporada, Pasto demostró que la unión de un plantel sólido y con sentido de pertenencia puede ser más importante que los grandes nombres, y aunque la final no fue alcanzada, el equipo dejó una huella de esfuerzo y camaradería.
En el último encuentro ante Millonarios, el equipo nariñense tuvo que cumplir un rol incómodo: ser juez de la clasificación del equipo capitalino, que buscaba alcanzar la final con una victoria. El cuadro embajador, con figuras como Falcao García, Leonardo Castro y Macalister Silva, tenía la presión de ganar, pero se encontró con un Deportivo Pasto que, sin nada que perder, ofreció una gran muestra de profesionalismo. Los jugadores de Florentín demostraron que, incluso en momentos de eliminación, el respeto por el juego y por los rivales nunca debe faltar.
Ahora, con la temporada 2024 en el retrovisor, lo que sigue es el futuro inmediato del club. Los directivos del Deportivo Pasto tienen la responsabilidad de tomar decisiones clave para fortalecer al equipo. Las declaraciones del técnico Florentín en rueda de prensa, en las que manifestó su deseo de mantener al 80% de la nómina titular y de recibir refuerzos específicos para el 2025, deben ser escuchadas con atención. No solo es necesario continuar con la base de jugadores que logró una temporada competitiva, sino que también es imperativo incorporar aquellos refuerzos que puedan darle al equipo la profundidad necesaria para soñar con nuevas metas.
El reto es grande, pero también lo es el potencial del Deportivo Pasto. El plantel demostró que tiene carácter, que sabe competir con los mejores, y que, aunque los resultados no siempre acompañen, el juego limpio y el esfuerzo colectivo siempre deben estar presentes. Queda claro que, si se toman las decisiones correctas y se sigue apostando por un fútbol de valores, el equipo puede seguir creciendo en el Fútbol Profesional Colombiano y dar nuevas alegrías a su hinchada.