Por: Narciso Obando López, Pbro.
La guerra es considerada el antivalor por excelencia. La guerra es sinónimo de hostilidad, rencor, odio, antipatía etc. La guerra se presenta por medio de agresiones físicas, agresiones verbales, imposición de ideologías, voluntad de hacerle la vida imposible a otras personas, intimidación, etc.
La guerra conlleva a la falta de convivencia, exclusión hacia otros individuos, individualismo. También, la guerra produce otros tipos de sentimientos: Intolerancia, irrespeto, desacuerdo con la mayoría de los planteamientos hechos por aquella persona considerada enemiga, maldad, entre otros.
En contraposición, la paz es el valor fundamental para la vida de las personas, las familias y las naciones. Con la paz se puede vivir la fraternidad y la armonía entre los seres humanos.
Una de las mejores formas de alcanzar verdaderos ideales de paz, es mediante el espíritu de servicio hacia los demás. La paz es el fruto de saber escuchar, de entender las necesidades ajenas antes de las propias.
En algunos momentos tenemos el impulso de hacer notar los errores de nuestro prójimo, provocando discusiones y resentimientos innecesarios. Por eso, es muy importante pensar con serenidad y con calma antes de tomar cartas en algún asunto.
Como en todos los valores, se requiere la iniciativa personal para lograr vivirlos. La paz interior surge como un producto del conocimiento propio: Aprender a dominar nuestro egoísmo y el deseo de tener siempre la razón en todo lo que hagamos en la vida cotidiana. Saber escuchar con atención y comprender las debilidades propias y ajenas. Pero sobre todo pensar en los demás siempre, y no en nosotros.
Si queremos vivir en una sociedad donde reine lapaz,todas las personas tienen que tener las mismas oportunidades y a todas les tienen que ser respetados sus derechos fundamentales. Si queremos trabajar por la paz tenemos que ser personas dialogantes, aceptar a los demás como son, no ser egoístas y aprender a resolver pacíficamente los conflictos.