En mayor o menor medida todos somos egoístas en algunos aspectos. Sin embargo, hay personas que lo son en exceso y su comportamiento llama mucho la atención. Cuando los demás son egoístas lo detectamos rápidamente, pero cuando somos nosotros quienes mostramos esta actitud, nos cuesta reconocerla y detectarla.
Cuando tenemos cerca a una persona que mira solo por su propio beneficio y raramente mueve un dedo si no va a sacar algo a cambio, difícilmente vamos a entablar una amistad profunda ni vamos a darle nuestra confianza, ya que las personas egoístas no gozan precisamente de una gran simpatía.
Esas personas que son “primero yo, segundo yo” crean relaciones tóxicas, ya sean de pareja, en el trabajo o de amistad. Los individuos egoístas, siempre acaban manipulando su entorno para obtener lo que quieren.
Si crees que tienes un comportamiento egoísta y quieres cambiar tu forma de actuar, puedes seguir estos sencillos pasos: 1) Reflexiona y acéptalo: El primer paso es reflexionar sobre cómo tu comportamiento afecta a los demás y a ti mismo. El egoísmo rompe relaciones, causa sufrimiento. Para evitarlo, examina tus acciones egoístas y mira como éstas afectan a las personas de tu entorno.
2) Cambia tu perspectiva: Requiere esfuerzo y voluntad. Significa asumir que no siempre tienes la razón y que las opiniones de los demás también cuentan. Una vez comprendas esto, ya puedes comenzar a ofrecerle algo a los demás y no solamente pensar en recibir todo el tiempo.
3) Deja de creer que eres el centro del mundo: El egoísta quiere todo para sí mismo y considera que las opiniones de los demás están por debajo de las suyas. Dejar de lado esta forma de pensar puede ayudarte a dejar de ser egoísta.
4) Debes ser empático: Es importante “ponerse en los zapatos de los demás” y prestar atención a cómo éstos se sienten. Una persona al vivenciar que otra sufre, difícilmente le hará daño (exceptuando a un psicópata).
5) Escucha activamente: Para escuchar hay que prestar mucha atención no solo a lo que la otra persona verbaliza, sino también a lo que expresa mediante su lenguaje corporal y gestual.
6) No solo recibe, también debes dar: Cuando entiendes los sentimientos de los demás y sus necesidades, entonces puedes abrir tu corazón y ofrecerles algo. Los seres humanos necesitamos rodearnos de otras personas para sentirnos felices.
7) Haz el esfuerzo: No es fácil actuar de manera bondadosa y generosa, porque el egoísmo tiene mucho que ver con cómo nos han educado y la sociedad en la que vivimos, que fomenta este tipo de prácticas. Es necesario poner de tu parte, porque la voluntad es clave a la hora de ser compasivo y amigable. Mejor que la gente te recuerde como una buena persona que como ser egoísta.

