La Defensoría del Pueblo encabezó una jornada de trabajo conjunto con la Corporación Paz y Democracia y socios implementadores del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef Colombia) en el municipio de La Llanada, Nariño, con el propósito primordial de realizar un taller que permitiera fortalecer las capacidades comunitarias frente al riesgo de minas antipersonal y la aplicación de comportamientos seguros en torno a estos artefactos.
Durante el espacio, realizado con ocasión de una nueva sesión de la Mesa Municipal de Víctimas, la Defensoría, a través de un equipo de profesionales de su Regional Nariño, enfatizó sobre la gravedad de ese tipo de artefactos, que continúan representando una amenaza, de manera particular en lugares donde el conflicto armado es la constante, como lo es el departamento y otros como Cauca, Chocó, Norte de Santander y Arauca.
Las minas no solo causan lesiones físicas irreversibles y muertes, también derivan en desplazamientos y confinamientos forzados, impiden el acceso a servicios básicos y restringen el uso de tierras para actividades productivas. La entidad nacional de los derechos humanos explicó que perpetúan el miedo en las comunidades rurales, afectando de manera desproporcionada a niñas, niños, campesinas y campesinos que transitan por caminos veredales.
El taller, del cual formaron parte los representantes de las veredas y corregimientos que integran la Mesa, permitió sensibilizar a los asistentes sobre las señales de alerta, los protocolos de actuación ante la sospecha de presencia de minas y la importancia de reportar cualquier hallazgo a las autoridades competentes,
Con la finalidad de hacerles frente a desafíos humanitarios que persisten en el país, la Defensoría del Pueblo continuará promoviendo la protección de los derechos humanos y espacios de formación, articulación y vigilancia en territorios históricamente afectados por la violencia y la exclusión.