Mireya Vallecilla, alcaldesa.

Declarada calamidad pública en Francisco Pizarro por las lluvias

Las intensas lluvias que azotan la Costa Pacífica nariñense continúan desencadenando una serie de estragos en las regiones de este territorio, dejando a su paso un rastro de destrucción y desolación.

En el epicentro de esta emergencia climática se encuentra el municipio de Francisco Pizarro, donde el desbordamiento del río Patía ha sumido en la desolación a cientos de familias, afectando cerca de 8 veredas y dejando aproximadamente 600 hogares damnificados.

Estragos

El agua, que no da tregua, ha causado estragos indiscriminados en hogares, escuelas y cultivos, arrasando con la preciada cosecha y dejando a las comunidades rurales en una situación crítica.

Los estragos no se limitan solo al ámbito rural, sino que también han alcanzado el corazón del casco urbano, donde tres barrios se encuentran gravemente afectados por el embate de los fuertes vientos y las incansables lluvias, que han destrozado techos y dejado a sus habitantes en la intemperie.

Apoyo

Ante esta situación crítica, la alcaldesa de Francisco Pizarro, Mireya Vallecilla, ha tomado la decisión de declarar la calamidad pública en el municipio, en un intento por obtener el apoyo del Gobierno Nacional.

«Las familias han perdido enseres, alimentos y ropa. Los productos que tanto esfuerzo les ha costado cosechar y que representan su sustento diario ahora están bajo el agua», expresó la mandataria local.

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En un llamado urgente a las autoridades gubernamentales y a las organizaciones de cooperación, la alcaldesa Vallecilla solicitó el respaldo inmediato de los organismos de socorro para mitigar la problemática que aqueja a su municipio. «Necesitamos la solidaridad y la cooperación de todos para superar esta difícil situación», enfatizó.

Emergencia

Además, la mandataria instó a las autoridades gubernamentales, tanto locales como nacionales, a poner su mirada en este territorio golpeado por la emergencia climática, que no solo ha afectado el ámbito residencial, sino también el sector educativo, de salud y el económico.

En medio de la devastación y la incertidumbre, la comunidad de Francisco Pizarro se aferra a la esperanza de que, con el apoyo y la solidaridad de todos, puedan sobreponerse a esta difícil prueba y reconstruir lo que las lluvias se han llevado consigo.