DE SANDONÁ PARA COLOMBIA:

Una gran alianza entre Rodrigo Noguera quien trabaja con la producción del chorizo sandoneño y Marcelo Martínez maestro cervecero de castiza.

El Emprendimiento que lleva la tradición del Chorizo Sandoneño a todo el País.

Durante años, quienes deseaban disfrutar del auténtico chorizo sandoneño, con su característico sabor ahumado y textura jugosa, debían viajar al municipio de Sandoná, en Nariño, o recibirlo como un regalo especial traído por algún familiar o amigo. Sin embargo, un grupo de empresarios nariñenses decidió cambiar esta historia. Inspirados en el legado de su padre, un hombre que, con apenas tres años de educación formal, supo construir una vida de trabajo y dedicación en Sandoná, estos emprendedores apostaron por darle a este chorizo un lugar de honor en el mercado nacional, manteniendo sus raíces pero ampliando su alcance.

Todo comenzó en un pequeño establecimiento donde se vendían platos típicos y bebidas en Sandoná, y que luego se replicó en Pasto con el “Rincón Sandoneño”. Allí, los clientes podían disfrutar de especialidades locales como el frito pastuso y, por supuesto, el emblemático chorizo sandoneño. En sus primeros años, este negocio familiar enfrentó un proceso de prueba y error, ajustando recetas, ingredientes y técnicas. Después de años de dedicación, lograron perfeccionar una receta única, apoyada en ingredientes de alta calidad y un método de ahumado completamente natural que demanda tiempo y precisión en el control de temperaturas. Este enfoque artesanal garantiza que el chorizo tenga una textura inigualable y ese sabor inconfundible que cautiva a todo aquel que lo prueba.

Pero el verdadero reto vino al plantearse la expansión. Introducir este producto en el mercado de Pasto no fue fácil, pues el chorizo sandoneño era visto más como un detalle regional que como un producto gastronómico de carta. Aun así, la calidad del producto y la receptividad del público hicieron posible que superaran cada obstáculo. Hoy, ya no se limitan a Nariño: han construido una planta de producción que busca llevar el chorizo sandoneño a varias ciudades de Colombia.

Este chorizo no solo conserva sus cualidades originales, sino que es un ejemplo de emprendimiento familiar y de preservación cultural. Cada vez más personas conocen el sabor único del chorizo sandoneño y, gracias a esta iniciativa, pronto será posible que cualquier colombiano pueda disfrutarlo en su propia ciudad, promoviendo el orgullo regional y llevando un pedazo de Sandoná a cada rincón del país.