Por Mauricio Fernando Muñoz Mazuera
Días atrás trate un tema que lastimosamente se está volviendo recurrente en la mayor parte de procesos que se vienen adelantando por parte de los entes gubernamentales y es la improvisación, inoperancia y favoritismo desbordado que con el cual desarrollan sus procesos, hoy en particular hablaré del pobrísimo trabajo que se viene desarrollando por parte de la Dirección de Juventud en el municipio de Pasto.
Si hablamos de esta Dirección años atrás su acción bandera era el conocido Galeras Rock, un festival que poco a poco se ha ido desluciendo hasta llegar al punto de traer a cualquier grupo sin mirar calidad, el playback reina en las presentaciones y de la escena local poco y nada.
Otro proceso importante que se llevaba a cabo era Pasto Compra Joven, una vitrina para que jóvenes emprendedores muestren a la comunidad sus ideas de negocio y así lograrán no sólo ingresar al mercado local, sino posicionarse en el mismo, de aquel proceso hoy quedan las cenizas, pero eso sí, las roscas siguen vivas para activarse cuando el factor dinero diga presente.
Anteriormente mencioné que durante el 2022 solo se hizo una sola vitrina propia de Pasto Compra Joven y en unas condiciones terribles en la parte de logística hasta llegar incluso a no lograr conseguir ni los permisos por parte de Sayco y Acinpro para que se amenicen los tres días de feria, por ende este encuentro brillo por su improvisación y poco incidencia. Tan triste es la actualidad de Pasto compra Joven que durante el 2022 ni en la Semana de la Juventud estuvieron presentes como proceso, algunas personas podrán decir que los jóvenes emprendedores si han estado presentes en ferias y demás, pero como siempre, son los de la rosca, los de siempre.
Y esa rosca volvió a aflorar al finalizar el 2022 cuando se entregó una incentivo de 3.000.000 de pesos a jóvenes emprendedores del proceso Pasto compra Joven, pero ¡Oh sorpresa!, no fue a todos, sino a la rosca de siempre, y cuando los encargados fueron interrogados del porque el incentivo se entregó a unos si y a otros no, las cabezas del proceso solo atinaron a callar, al fin de cuentas dignos trabajadores de esta administración que son buenos para correr cuando hay burocracia y fotos, pero trabajar por la comunidad y de forma igualitaria ni fu ni fa.
Ahora bien, a diferencia de otros años, un buen número de jóvenes que hacen parte de estos procesos hacen parte del comité de aplausos del gobierno local actual, son los jóvenes de las placas de reconocimiento y de las dádivas momentáneas, poco queda de aquella juventud rebelde que tanto logro con esfuerzo y levantando la voz, hoy solo prosperan los servirles reducidos a objetos decorativos.
Es importante que la juventud vuelva a fortalecer esos procesos que se gestaron a partir de la misma necesidad, no solo de visualización, sino de aportar en la construcción de un mejor futuro para todos, porque así debe ser, propender por el beneficio comunitario sobre el particular.