Por: Tatiana Solarte Hoyos.
Regresar a la normalidad después de unas divertidas vacaciones puede resultar todo un desafío, en especial, para los más pequeños de la casa. Pero, ¿por qué resulta tan difícil retomar las clases? Para muchos niños el primer día de regreso al colegio es un poco traumático, incluye madrugar o levantarse a una hora determinada, desapegarse y separarse de sus padres tras una larga temporada en la que, probablemente, no solo compartieron las 24 horas con ellos, sino que tampoco tenían ningún tipo de rutinas durante el día.
Sumado a esto, el entorno escolar exige muchas habilidades que las vacaciones no; la capacidad de quedarse sentado quieto, organizarse, mantenerse enfocado y un horario nuevo altamente estructurado, así como interactuar con compañeros y dejar de ser el centro de atención como en casa.
Para llevar a cabo el proceso de regreso al colegio, es trascendental el tiempo y la planificación, que los cambios no sean abruptos para los niños, puesto que esto les puede generar inseguridad o miedo. Es importante buscar un espacio con los niños, en el que puedan conversar acerca de cómo se están sintiendo con el regreso, si les preocupa algo relacionado con esto o qué esperan de esta nueva etapa. ¡El dialogo siempre será una herramienta importante!
Pero entonces, ¿qué hacer antes de que llegue el momento de regresar? A continuación, te compartimos una serie de consejos, que pueden ayudarte a generar, un feliz y productivo regreso a clases:
Reforzar hábitos de responsabilidad y crear un cronograma de actividades con horarios. Ubicarlo en lugares visibles para que toda la familia tenga acceso y lo siga al pie de la letra. Pactar un cambio de horario transitorio y cada vez más autónomo, para que, en el caso de madrugar, se obtenga un resultado tranquilo con el que los niños lleguen contentos a estudiar.
Establecer rutinas de sueño estrictas para un adecuado descanso. Cuando sea hora de dormir, asegurarse de que las entienda y las cumpla, así estará al 100 % para recibir sus clases.
Tener siempre una actitud positiva. Recordar que ellos observan e imitan todas las acciones, actitudes y comportamientos frente al regreso a la rutina.
No perderlos de vista y mantenerse atentos al comportamiento de los niños, pues puede haber cambios debido al proceso de adaptación y ajuste.
Es importante hacerles una familiarización con el entorno. ´Consiste en realizar un acercamiento paulatino al nuevo lugar unos días antes del ingreso, donde él o ella pueda reconocerlo`.
Pactar nuevos ratos de ocio, acordar momentos de diversión y entretenimiento. Así podrán realizar las actividades escolares e incluso disfrutar de ellas con la motivación que tendrán una recompensa que los hará felices.
Comprar con ellos los útiles escolares. Al tener todo listo para arrancar, los niños se pueden ver emocionados por regresar, gracias a que tienen nuevos elementos para estrenar.
La etapa escolar es una de las más especiales de la vida. Acompaña a tus pequeños y… ¡disfrútala junto a ellos!

