En estos días se está llevando a cabo la Feria Internacional del Libro de Bogotá; es importante, por eso, hacer mención, con honores, a un novelista colombiano de alta trayectoria y objeto de muchos premios. Se trata de Evelio Rosero, nacido en Bogotá, pero criado en Pasto, de padres pastusos; de allí su apellido Rosero, que no tiene nada de Bogotá. La obra que lo lanzó al estrellato de la literatura, de la novela, fue su obra “La carroza de Bolívar”.
La carroza de Bolívar es una novela escrita por el colombiano y premio nacional de literatura Evelio Rosero. Publicada en 2012, que narra la historia del Dr. Justo Pastor Proceso López, un reputado ginecólogo pastuso, cuya obsesión desmedida con la figura de Simón Bolívar lo abduce a décadas de estudio. La obra fue presentada en el marco del Hay Festival de Cartagena de Indias, en enero de ese año, donde Rosero «destroza el mito de Simón Bolívar», aunque el mismo autor afirma: «No es mi propósito desmitificar a Bolívar. Solamente decir la verdad, respecto de una mentira que se ha prolongado e hinchado durante 200 años.»
La obra fue ganadora del Premio Nacional de Novela (2014), que concede el Ministerio de Cultura de Colombia.
«Entre los recuerdos de la historia de la capital del sur están: matanzas, violaciones, destrucción, saqueos e incendios perpetrados por “ el Ejército Libertador».
Durante la campaña libertadora de la Nueva Granada, la resistencia que iba en contravía a los intereses liberales de la independencia. Donde más se gestó esta resistencia fueron la región caribeña, los Llanos y la zona patiano-pastusa.Como foco de la resistencia central, San Juan de Pasto debió padecer las inclemencias de una prolongada guerra y la barbarie de quienes pretendían lograrla. Entre los recuerdos de la historia de la capital del sur están: matanzas, violaciones, destrucción, saqueos e incendios perpetrados por el Ejército Libertador. Uno de esos terribles sucesos fue la Navidad Negra, la masacre cometida por el Batallón Rifles, comandados por Antonio José de Sucre y a órdenes expresas de Simón Bolívar, el 24 de diciembre de 1822, dejando como saldo centenas de muertos y un evento que en la memoria colectiva de los pastusos podría compararse nominalmente con la masacre de las bananeras, ocurrida esta última en la costa caribe colombiana.
La obra es una novela de Evelio, que narra la historia del Dr. Justo Pastor Proceso López, un reputado ginecólogo pastuso, cuya obsesión desmedida con la figura de Simón Bolívar lo abduce a décadas de estudio. Presenta un prestigioso ginecólogo pastuso, prepara la broma que quizá sea la más grande de todos los tiempos y que dará de qué hablar entre todos los moradores de la ciudad. Es 28 de diciembre, día de los inocentes en Pasto, donde se es permitido todo, el Dr. Proceso se viste de gorila, un gorila que hasta a él le provoca miedo. Justo Pastor es aficionado a la historia y entre sus obsesiones está la vida de Simón Bolívar. El Dr. Proceso ordena la construcción de una carroza para el desfile magno del Carnaval de Negros y Blancos y en dicha carroza, Bolívar aparecería coronado de emperador y se aludiría su ineficiencia militar, además de su sevicia.
En esta ocasión, en la Feria de del Libro de Bogotá, Evelio Rosero, presentó su última obra, la novela “Casa de Furia”, publicada bajo el Sello Alfaguara, una narración de ficción en la que la identidad colombiana se mira al espejo. Su nueva novela nos lleva a una casa ubicada en uno de los mejores barrios de la Bogotá de 1970, donde se celebra la fiesta de aniversario de bodas del matrimonio de Alma Santacruz y Nacho Caicedo.
Esta fiesta se convierte, por arte de birlibirloque, en el detonante de los destinos de una serie de personajes que se mueven por ella buscando un mejor lugar para encontrarse. Un espacio donde todos entran y todo salen. Sus personajes están llenos de picardía, voluptuosidad y violencia. Uriela y sus cinco hermanas con nombres de naciones y ciudades europeas; el tío Jesús, el comandante Nimio Cadena, sediento de venganza… Las historias individuales se van transformando en un mismo telón de fondo en el cual los destinos colectivos se sellan como una tragedia nacional. Casa de furia es una prueba más de la maestría del autor y su capacidad para crear mundos posibles hechos de palabras, en los cuales una multitud de voces, desaforadas y a veces desquiciadas, cantan una canción que convoca a todas las historias a ser una sola: el horror donde habitamos y que nos habita. La violencia que hace parte de nuestras vidas como una música que toca sin parar una banda, en una parranda de horror de nunca acabar.
Por: Guillermo Alfredo Narváez Ramírez

