De cara a las próximas elecciones: Carlos Andrés Cuaical, el candidato de la renovación política indígena

El Movimiento de Autoridades Indígenas de Colombia (AICO) atraviesa uno de los momentos más complejos de su historia reciente. Las decisiones tomadas en algunos niveles de dirección nacional han generado inconformidad, cuestionamientos y pérdida de confianza entre las bases, abriendo un debate necesario: ¿en qué momento la política indígena se desconectó de sus principios?

En medio de ese escenario, una nueva generación de líderes jóvenes está emergiendo con fuerza y claridad. Son hombres y mujeres que crecieron en los procesos comunitarios, formados en el territorio pero también en la academia, y que hoy reclaman volver a la raíz: a la palabra colectiva, al mandato, al respeto por las decisiones de los pueblos.

Importante referente

Precisamente uno los referentes de este movimiento es Carlos Andrés Cuaical Chapi, un joven cumbaleño de 35 años, quien aspira a la Cámara de Representantes en la coalición Alianza Verde y Aico, donde tiene el número 105 en el tarjetón y  ha construido su liderazgo desde la coherencia y el trabajo organizativo.

“No vamos a reemplazar a nadie”

Cuaical no representa una ruptura con las generaciones mayores, sino un llamado a revisar el rumbo de la política indígena. “No llegamos para reemplazar a nadie, sino para recordar que AICO nació del mandato de los pueblos, no de los intereses personales”, ha dicho en varios escenarios.

Su trayectoria lo respalda. Desde joven participó activamente en procesos de base, fue secretario general del Cabildo Indígena Universitario de la Universidad de Nariño, y ha representado a los pueblos Pastos y Quillasingas en espacios de concertación. Actualmente, cumple su quinto periodo consecutivo como secretario operativo de la Mesa Regional Permanente de Concertación, donde ha promovido el diálogo como herramienta de decisión c

Su postura frente a las recientes controversias internas dentro de AICO ha sido clara: no se trata de confrontar a los mayores, sino de corregir el rumbo con respeto. En tiempos en los que algunos sectores han perdido el norte organizativo, su discurso recuerda que hacer política es cuidar la palabra y honrar la confianza del pueblo.

“Callar es fallar” “Callar también es una forma de fallar”, dice Cuaical, con una frase que resume el sentimiento de su generación. Para él, la indiferencia y el silencio ante los errores institucionales son también formas de debilitar los procesos colectivos. Por eso, su apuesta es acompañar, proponer y devolverle credibilidad al movimiento desde la acción honesta y la transparencia.