
Imagen: Francis Chung/Pool/Sipa USA/picture alliance
El pacto hasta ahora sostenido entre Donald Trump y Elon Musk se transformó el jueves en un conflicto abierto.
El jueves (5.6.2025) ocurrió la ruptura pública entre Donald Trump y Elon Musk. Desde que Musk criticara severamente el enorme proyecto de ley presupuestaria de Trump la semana pasada, el divorcio entre el hombre más adinerado del planeta y el más poderoso se hizo inevitable.
En su red social Truth Social, Trump afirmó que el empresario se había «vuelto loco» debido a una resolución adversa para los vehículos eléctricos. «El método más sencillo para economizar dinero en nuestro presupuesto, miles de millones de dólares, consiste en anular los subsidios y acuerdos gubernamentales de Elon», amenazó Trump al líder de Tesla en un comunicado. «Cualquier cosa», respondió Musk a esta pregunta.
Expediente Epstein
El empresario fue más allá, sosteniendo que, sin su apoyo, Trump «habría perdido las elecciones» presidenciales de noviembre, a las que Musk invirtió casi 300 millones de dólares en fondos.
Además, no vaciló en dar golpes bajos, sosteniendo que el nombre del presidente aparece en el expediente de Jeffrey Epstein, el financiero de Estados Unidos imputado por crímenes sexuales que se asesinó en la cárcel en 2019. Como respuesta, la Casa Blanca calificó los ataques como «desafortunados».
Desde su propia red social, X, Elon Musk anuncio que SpaceX «iniciará el desmantelamiento inmediato de su nave espacial Dragon», la cual es empleada por la NASA para llevar astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS).
El conflicto, visible a nivel global, debilitó la valoración de Tesla, que perdió decenas de miles de millones de capital en Wall Street y finalizó con una disminución del -14,26 %.
