Hoy en día, es tanta la preocupación en el mundo por querer proteger al planeta que hasta el Papa Francisco se ha interesado por el tema. Por ello, en su Encíclica que lleva por título “Laudato Si, (Alabado Seas)”, hace un llamado a la humanidad a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilo de vida, de producción y de consumo para que no se continúe haciendo uso irresponsable de los bienes que Dios ha puesto en la tierra.
Y para cumplir con esos nobles y altruistas propósitos del Santo Pontífice, la Corporación Me importas padres y madres, con el liderazgo de Mónica Guerrero, viene adelantando un interesante proyecto denominado “Cuido mi casa”.
Según lo explica la directora de la corporación, en Colombia, a pesar de que no se tienen cifras actualizadas sobre las bolsas de plástico, se estima que un colombiano gasta seis bolsas plásticas a la semana, 24 al mes, 288 al año y 22.176 en una vida de 77 años.
Y, agrega, que esas cifras se podrían disminuir drásticamente si se tiene en cuenta que pueden ahorrarse 177.400 millones de bolsas si tan sólo con que uno de cada cinco colombianos deje de consumirlas.
Ante ese desolador panorama, la Corporación Me importas padres y madres pretende coadyuvar con el proyecto “Cuido mi casa” en la formación y capacitación integral a la familia sobre la necesidad que se tiene de disminuir el alto índice en la utilización de bolsas plásticas.
Todo esto porque el daño ambiental que se está ocasionando por su consumo, afecta directamente a los ecosistemas marinos y terrestres, en donde estas bolsas son dispuestas sin mayor control.
De ahí que Mónica Guerrero reitere que, en todo este proceso de disminuir el consumo de bolsas plásticas, las medidas educativas con el acompañamiento de los padres y madres son claves para enseñar a los niños y niñas y adolescentes la importancia de no utilizarlas o de utilizarlas responsablemente como una manera de cuidar y respetar el medio ambiente para poder dejar un mundo habitable.
Sin lugar a duda, la ejecución de la iniciativa “Cuido mi casa, además de ser un proyecto de vida, resulta muy llamativa porque es cierto que hay que hacer énfasis en la educación de los grupos poblacionales de niños, niñas y adolescentes porque ellos serán los adultos del mañana.
Por lo tanto, enseñarles desde pequeños y jóvenes a cuidar el medio ambiente los convertirá en personas conscientes de los peligros que conlleva el mal uso de los recursos naturales y de las basuras que aceleran su contaminación.
Y en la medida en que se genere una conciencia que no termine solamente con la contemplación de una realidad fatalista, sino en la búsqueda en conjunto de soluciones posibles, podremos frenar el desastroso avance de la contaminación ambiental en el uso excesivo de las bolsas plásticas.
Por ello, valga nuestro reconocimiento a la Corporación Me importas padres y madres y a su directora Mónica Guerrero por el trabajo que realiza como impulso para la acción de defender y luchar por nuestra propia subsistencia.
Por: Luis Eduardo Solarte Pastás

