Después de más de dos décadas de incertidumbre y dolor, las familias de Santos Agustín Calpa Yela y Fredy Marín Casanova finalmente pudieron darles un último adiós. Sus cuerpos fueron recuperados por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) en la vereda Alto Tallambí, en zona rural del municipio de Cumbal, departamento de Nariño.
Ambos eran campesinos muy conocidos en la región. En el año 2004, según relatos de sus familiares y vecinos, fueron presuntamente retenidos por una organización armada que operaba en el sector. Desde entonces, sus paraderos permanecieron en el misterio, sumándose a una larga lista de desaparecidos que dejó el conflicto armado colombiano en la zona fronteriza con Ecuador.
Reporte
El hallazgo se enmarca en el ‘Plan Regional de Búsqueda del Sur de Nariño y Frontera’, una estrategia humanitaria implementada por la UBPD que tiene como objetivo localizar a más de 200 personas que han sido reportadas como desaparecidas en esta región del país. La recuperación de estos cuerpos no solo representa un paso hacia la reparación simbólica y emocional de las víctimas, sino que también constituye un avance en la construcción de verdad y memoria colectiva.
“Este hallazgo no solo nos devuelve a nuestros seres queridos, sino también la esperanza de que la verdad sobre lo que pasó no quede enterrada”, expresó uno de los familiares de las víctimas durante la ceremonia de sepultura.
Los cuerpos fueron entregados a sus allegados, quienes realizaron las ceremonias fúnebres conforme a sus tradiciones culturales y ancestrales. El acto fue acompañado por rituales indígenas que honran la vida, la tierra y el vínculo espiritual con los antepasados.
Articulación
La UBPD ha manifestado que continúa trabajando de manera articulada con autoridades tradicionales de los resguardos indígenas de Mayasquer, Cumbal y Nulpe Medio Alto Río San Juan, en el municipio de Ricaurte, con el fin de establecer rutas de búsqueda que respeten los saberes y estructuras organizativas de los pueblos originarios.
Estas acciones forman parte de un esfuerzo nacional por encontrar a los más de 100 mil desaparecidos en Colombia, cifra que representa una de las más dolorosas heridas abiertas por el conflicto armado interno. Para las familias de Santos y Fredy, el hallazgo no cierra del todo las heridas, pero representa una forma de dignificar sus memorias, y permite avanzar en el proceso de duelo que por años estuvo suspendido en el silencio y la incertidumbre.

