La Tola, El Charco y Santa Bárbara de Iscuande son municipios, ubicados en el Pacífico nariñense que atraviesan una grave crisis humanitaria, según alertó el Observatorio de Conflictividades y Acciones de Paz – Nariño.
Durante los meses de febrero y marzo, estas comunidades sufrieron el confinamiento y desabastecimiento de alimentos como resultado de las acciones de los grupos armados ilegales que dominan la región.
Los grupos intensificaron las extorsiones al transporte fluvial, un canal vital para el abastecimiento de la zona. Después de que las comunidades resistieran durante más de 25 días, los armados respondieron bloqueando las embarcaciones que llegaban desde Buenaventura, agravando aún más la ya precaria situación.
Aunque el paro se levantó el 12 de marzo, el control social de los actores armados sobre la región persiste, vulnerando los derechos fundamentales de los habitantes.
Los pobladores de la región expresan su creciente desesperación, ya que cada vez es más difícil defender sus territorios y exigir sus derechos.
Durante este periodo crítico, tanto el gobierno local, departamental como el nacional han permanecido en silencio, sin ofrecer soluciones ni mostrar interés en la problemática.
El Observatorio hace un llamado urgente a las autoridades competentes para que tomen medidas efectivas frente a esta situación, para garantizar la protección de los derechos humanos y restablecer la paz en la región, vital para el bienestar de sus habitantes.