Actualmente se vive una gran crisis en nuestra civilización. Los valores morales se encuentran alterados debido en gran parte a factores externos, que amenazan con destruir la convivencia humana.
El ser humano poco a poco ha ido modificando su escala de valores. Justificándose en la modernidad se promueven antivalores, y las personas van siendo atrapadas en un mundo falso y peligroso, cuyas consecuencias ya estamos padeciendo.
Las políticas económicas adoptadas por países en vías de desarrollo e impuestas a un pueblo de manera despiadada, debilita aún más el pobre conduciéndolo a la pobreza extrema.
Se va olvidando la solidaridad; aquella plena de caridad y misericordia, para dar paso a otra, la que denigra, la que humilla y se convierte a los hace perder su dignidad.
La proliferación de manipuladores de ideologías también son temas de preocupación; más que resolver los problemas, sólo utilizan dichas ideologías para lograr sus fines y propósitos.
Además, se ejerce en la actualidad de manera irresponsable una libertad mal entendida, manifestando hombres y mujeres sus derechos sin el mínimo respeto al de los demás y sin hacer conciencia de que todo derecho conlleva una obligación. Es común observar a hombres y mujeres compitiendo por elevar a su nivel de vida, sin importar de dónde provengan los ingresos ni a quién deban atropellar y a eso le llaman bienestar.
El poder del dinero se hace presente y maneja a su antojo la conciencia. Personas preocupadas en hacer crecer sus pertenencias, su capital, olvidando lo más importante: Su formación moral, espiritual, religiosa.
Anteponen a valores universales como el amor, la amistad, la solidaridad, dignidad y justicia, antivalores que ellos consideran de gran importancia para su pertenencia en una sociedad cada vez más falsa y deshumanizada.
La desintegración familiar ha venido a romper la armonía en los hogares, las actitudes irresponsables hacen surgir los niños en las calles, abandonados a su suerte, expuestos a mil peligros; el incremento de madres solteras (embarazos en menores de edad), abortos, alcohol, drogas.
La tecnología avanza a pasos agigantados; desafortunadamente el invento del hombre es usado indiscriminadamente para conducirlo a su degradación en vez de constituir un apoyo para su desarrollo humano sin deformar criterios y principios. Y con todo ello, cada día que pasa el ser humano se aleja de las cosas de Dios, esto debe ser motivo de preocupación.