El ser humano es un individuo de consumo, encargado de consumir y gastar, simplemente desde hace décadas, inclusive siglos la vida pareciera que consiste en poseer bienes, de esto viene el consumismo intrínseco de las personas, que nos dedicamos a adquirir y desechar, situación que viene generando impactos negativos para el planeta, teniendo en cuenta la producción masiva de los artículos que utilizamos en el día a día.
Productos de aseo, prendas de vestir, vehículos, plásticos, telas, artículos que la industria ha desarrollado una producción, la cual se ha pensado solamente en para su uso a corto plazo y desecho, la elaboración de los diferentes artículos industriales consume energía y recursos, además se generan desechos de muchos tipos.
Diariamente se producen millones de toneladas de artículos para que las personas los consuman y los tiren, provocando con esto producción de desechos y, por tanto, contaminación atmosférica, situación que desde hace algunas décadas ha venido representado un problema a tratar de manera inmediata. Sin embargo, autoridades nacionales e internacionales y continúan aplicando paños de agua tibia sin aplicar sanciones o medidas que regulen la utilización de materiales, desperdicios y afectaciones a la capa de ozono.
El marketing actual ha desarrollado técnicas que mantienen a los que compran o consumen enganchados en el hábito de consumo. Actividad con la cual se pretende que los clientes observen productos y sientan la necesidad y el deseo de comprarlos.
Bien lo dijo uno de los escritores más ilustres de Latinoamérica, el uruguayo Eduardo Galeano “La cultura de consumo suena mucho, como el tambor, porque está vacía, y a la hora de la verdad, cuando el ruido cesa y se acaba la fiesta, el borracho despierta, solo acompañado por su sombra y por los platos rotos que debe pagar”.
Desarrolla esta idea enfatizando la teoría de que las apariencias enlazadas al consumismo, donde manifiesta que el hecho de adquirir y desechar productos solamente es la respuesta a una sensación de vacío, en la cual lo que prima es aparentar y demostrar el poder adquisitivo de cada persona, lo cual se ha podido reflejar en miles de ocasiones al poder representado ante las demás personas.
Muchas veces las personas no nos damos cuenta de que las acciones que ejecutamos conllevan consecuencias, como lo es el consumismo, nos hemos encerrado en pensar solamente en intereses personales, dejando de lado la empatía por las personas que tienen necesidades, asimismo esta situación acaba con el planeta y la naturaleza. Es imposible saber cuánto tiempo más resistirá el planeta, sin embargo, si algo está claro es que estamos haciendo las cosas mal.
Por: Felipe González Rodríguez