<strong>La crisis de la construcción en Nariño</strong>

Ismael Botina popular maestro Buchón, cuando escucha a los  ingenieros hablar por la radio del momento dificil por el cual atraviesa el sector de la  construcción,
MANUEL ERASO

Ismael Botina popular maestro Buchón, cuando escucha a los  ingenieros hablar por la radio del momento dificil por el cual atraviesa el sector de la  construcción, mueve la cabeza y siente en carne propia, el dificil momento por el cual siguen viviendo cientos de familias dedicadas al ramo de los maestros de obra, albañiles y similares. Desde la pandemia, este gremio es el más golpeado.

En vano maestro Buchón en su bicicleta Monark, se cansa de dar vueltas por la ciudad en búsqueda de un trabajo y no encuentra un proyecto que se vea en Pasto.

Según Camacol- que agrupa a los constructores- en este año 2023, se construyeron menos metros cuadrados que todos los años anteriores. Comparadas las ciudades de  Pasto e Ipiales, la ciudad fronteriza, generó más metros cuadrados y por ende empleos que la capital. Dado este fenómeno y desesperado el padre de familia de no poder llevar un peso a su hogar, toma el camino de salir a las calles  como vendedor informal, o mototaxismo, o  cae  en la delincuencia.

La pregunta es sencilla: ¿Qué nos pasó?, la respuesta es la misma: al comenzar la pandemia, los inversionistas cerraron sus frentes  de trabajo, porque el miedo a la muerte nos acoquinó a todos. Los centros de distribución de  materiales, exigieron  pagos anticipados y esto generó la de bakle.

Antes, en  la capital de Nariño, se veía movimiento de obreros en distintos frentes, las torres de edificios se las veía a por todos los barrios. Hoy  no se  siente la  bulla de los albañiles.

Los insumos esenciales de la construcción, tales como ladrillo, cemento, hierro, cerámicas, pinturas, se treparon en los precios en forma exagerada; y es una verdad de apuño, lo que sube nunca baja.

Dicen los expertos que otro factor determinante y tal vez el más importante es el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) aprobado en el año 2015, que impide la expansión  la ciudad y puso tantos requisitos a los constructores que prefieren no arriesgar.

Manifiestan los que saben, que los bancos elevaron los intereses para los programas de vivienda popular, que nadie se arriesga. Y el tapón de Rosas, fue la tapa.

Hoy por hoy, los bancos que prestaron  para construir antes de la pandemia, estan recibiendo  en calidad de pago,  apartamentos de los mismos edificios, porque las ventas se frenaron en un 70 por ciento. Es decir los bancos estan llenos de apartamentos, esto en economía se  llama “Burbuja inmobiliaria”.

Pero, lo más grave de todo este panorama,  es que no se le  ve salida. Un constructor me comentó, que viene un plan de mejoramiento para vivienda de  interés social, con la condición de que los recursos los ponga el inversionista y una vez terminando el proceso el Estado le paga.  A este riesgo poco se le miden, porque saben que el Estado es muy demorado para pagar.

Asi es que ya saben,  si tienen cualquier  arreglo de albañilería,  maestro Buchón bueno, bonito y barato…

viejomanolo1@hotmail.com

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