Alvaro Moreno

Consejos de seguridad

La crisis de violencia que vive el país nos indica que, aunque se haya firmado un proceso de paz, la violencia en los territorios continúa, las masacres contra el pueblo indígena, el plan pistola contra los policías y las agresiones diarias de los violentos están a la orden del día.

Pero que pasa cada vez que un hecho de violencia se produce en nuestro país se realizan los ‘famosos’ Consejos de Seguridad, pero realmente que soluciones o estrategias se planean en esas reuniones. Después de tales eventos la situación de violencia sigue igual o peor, realmente estas reuniones se volvió un paliativo para que los ciudadanos veamos que en los territorios se está haciendo algo.

Según lo previsto por la norma en el artículo 19 de la ley 1801 de 2016: “los Consejos de Seguridad y Convivencia son un cuerpo consultivo y de toma de decisiones en materia de prevención y reacción ante los problemas relacionados con la seguridad y la convivencia ciudadana”.

Pero cuál es la reacción de las autoridades municipales, departamentales y nacionales y que decisiones se toman en ese órgano consultivo, lo expuesto, tratado, hablado en los consejos quedan en el absoluto secreto, debe ser por estrategia o inteligencia institucional, pero realmente los ciudadanos de a pie no vemos soluciones concretas ante este nuevo ‘despertar’ de la violencia.

Lastimosamente en Colombia hemos caído en la costumbre de solucionar los actos delictivos con juntas y reuniones que no solucionan nada, hay un hecho de corrupción el gobierno forma un comité investigador; hay una masacre, las autoridades hacen consejos de seguridad; hay fallas en algún proyecto de infraestructura, conforman comités asesores…y así se van reuniendo y reuniendo y de soluciones absolutamente nada.

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Tal vez esto sea reiterativo. pero en los territorios golpeados por la violencia donde la falta de oportunidades son la constante, es necesario hacer una inversión social que promueva la educación, la cultura y el bienestar comunitario con el fin de acortar las tremendas brechas socioeconómicas que existen en nuestro país.

Esperamos que el nuevo gobierno que esta pronto a posesionarse cambie el discurso de ataque frontal a los violentos por el de bienestar social, equidad, justicia y más oportunidades, con esto haremos que la juventud no sea presa fácil de los grupos armados, que buscan reclutar a jóvenes desarraigados y sumidos en la pobreza para multiplicar su fuerza delictiva.

Los sectores vulnerables y rurales deben ser protegidos, arropados para que el conflicto no se desborde y llegue a límites que en Colombia por lo que hemos visto, no se solucionan con consejos de seguridad.

Por: Alvaro Moreno Díaz