La congresista del Partido Verde, Carolina Giraldo que la semana pasada en su intervención en la plenaria de la Cámara, reveló que los recursos del Ocad Paz que se habían destinado para Risaralda, presuntamente habían quedado en manos de testaferros del Clan del Golfo entre otras irregularidades que salpicarían a un senador, denunció que su núcleo familiar y personas cercanas a la investigación recibieron amenazas de muerte a través de llamadas telefónicas donde les expresan “los vamos a matar, por eso es que se hacen matar, por sapos”.
Más seguridad
Ante esto, Carolina Giraldo expresó que ya hablaron con la UNP, la Policía Nacional y solicitan que se refuercen los esquemas de seguridad.
Ā«En el departamento de Risaralda, destapamos una olla podrida con los recursos de Ocad Paz, más de 34 mil millones fueron destinados para siete contratos en ocho municipios de Risaralda, donde nos dimos cuenta que había una contratación por parte de las empresas fachadas del Clan del Golfo, donde había injerencia con el congresista Samy Merheg en otros contratos, es decir, por donde se mirara se encontraban actores realmente complejos. Cuando empezaron a salir los seguimientos y las amenazas no fue algo que nos sorprendiera ya que infortunadamente esto pasa en nuestro paísĀ», explicó la congresista.
Agregó que las informaciones que ha venido entregando en torno al escándalo de las Ocad-Paz, han sido la causa para que en estos momentos se le haya hecho la vida imposible, ante la serie de amenazas que viene recibiendo.
Personas de mucho poder
Una de las mayores preocupaciones de la representante a la Cámara, es por uno de los colaboradores de su Unidad de Trabajo Legislativa que es quien lidera la investigación, por eso pide protección para él y las personas que han sido víctimas de intimidación.
Finalmente, la congresista señala que detrás de estas denuncias hay personas con mucho poder que no quieren que estas presuntas irregularidades se conozcan, por eso el riesgo tan grande que representa haber destapado, según ella, la olla podrida de los recursos del Ocad Paz en Risaralda.
“Hay mucha gente involucrada en ese escándalo por lo que pienso que mi vida, la de mis allegados y la de mis colaboradores, se encuentra en peligro”, reiteró la congresista.

