La concejal Cristina Calderón lidera una iniciativa clave para enfrentar el problema del ruido excesivo en Bogotá, especialmente en zonas residenciales cercanas a bares, discotecas y establecimientos nocturnos. Su propuesta busca que las autoridades puedan imponer sanciones inmediatas a los negocios que superen los límites permitidos, sin necesidad de largos procesos jurídicos que hasta ahora han limitado la acción policial.
El proyecto, que avanza dentro del trabajo de la Comisión Accidental para el Control del Ruido, se apoya en la reciente Ley 2450 de 2025, normativa que permite articular mejor los esfuerzos entre la Secretaría de Ambiente, la Policía Metropolitana, la Secretaría de Gobierno y las alcaldías locales. La concejal enfatizó que uno de los mayores obstáculos ha sido la falta de herramientas legales claras para actuar con celeridad frente a las denuncias ciudadanas.
Chapinero y Línea 123 lideran quejas por ruido
De acuerdo con cifras del Distrito, solo en 2025 se han registrado más de 86.800 reportes por ruido en la Línea 123, lo que convierte a esta problemática en una de las más denunciadas en la capital. En la localidad de Chapinero, epicentro de la vida nocturna bogotana, ya se han reportado al menos 49 quejas formales en lo que va del año, una situación que afecta directamente la calidad de vida de los residentes.
Calderón aseguró que su propuesta busca proteger el derecho al descanso de los ciudadanos:
“Vivir sin ruido excesivo debe dejar de ser un privilegio y convertirse en un derecho real y exigible para todos los bogotanos”.
¿Qué plantea el proyecto?
Entre las medidas que contempla la iniciativa se encuentra:
- Establecer sanciones inmediatas a establecimientos reincidentes.
- Fortalecer la inspección en zonas críticas mediante operativos conjuntos.
- Mejorar el sistema de denuncias con canales digitales y atención prioritaria.
- Exigir a los bares y discotecas aislamiento acústico obligatorio en sus instalaciones.
La propuesta ha sido respaldada por diferentes sectores ciudadanos y ya cuenta con el respaldo de otros concejales preocupados por la creciente contaminación auditiva en la ciudad.
El proyecto será debatido en las próximas sesiones del Concejo de Bogotá y se espera que, de ser aprobado, entre en vigencia antes de finalizar el año.

