Padre Narciso

Con la salud no se juega

POR: . NARCISO OBANDO

La salud es un tesoro con el cual podemos hacer tantas cosas: Trabajar, estudiar, hacer deporte, servir, etc. Así mismo, la salud es un tesoro frágil: Basta un poco de viento, una comida contaminada o un virus para que la enfermedad entre con fuerza en nuestra propia vida.

La vida política, social, económica, etc., en un país como Colombia, suele pasar por las acciones de quien gobierne, presentándose muchas paradojas que para bien o para mal inciden en la vida cotidiana de la ciudadanía en general. Entre estas paradojas encontramos algunas propuestas políticas que sorprenden y engañan, como el hecho de hablar de nuevos derechos cuando ni siquiera se garantizan los derechos fundamentales, en este caso concreto, cuando no se garantiza a miles de personas el acceso a los servicios básicos de salud.

En todo el mundo, y Colombia no podría ser la excepción, la salud es considerada como algo supremamente necesario y con ella no se juega. Los ciudadanos con justo derecho, demandan más y mejores servicios de salud, diagnósticos y tratamientos oportunos. Desafortunadamente la salud pública conlleva largas listas de espera y desasosiego para las personas, es ahí donde los servicios de salud privada han encontrado su hueco y a la vez suplido esa carencia, por ello se hace necesario encontrar un punto de concertación y equilibrio entre lo público y lo privado.

Es cierto que el sistema de salud colombiano tiene muchos, muchísimos aspectos por mejorar, para seguir garantizando mejores condiciones de acceso para todos, llegar con mejor infraestructura y tecnologías, seguir en una apuesta permanente por mejorar la calidad del servicio y hacer un profundo análisis del sistema de inspección, vigilancia y control del sistema de salud. Es mucho lo que se ha construido y mucho más lo que aún falta por construir, pero en circunstancias tan difíciles como las que atraviesa nuestro país, valdría la pena preguntarse: Si se tiene una casa bien construida, con cimientos fuertes, y presenta algunas grietas, ¿tumba toda la casa, o corrige las grietas?

Debemos tener muy en cuenta que el derecho fundamental a la salud no debe enmarcarse en cuestiones de ideologías políticas, actualmente la salud en ese sentido no tiene color o tinte político, ya que la atención de los servicios de salud, no miran partido o militancia política y en vista de lo que está aconteciendo queda una seria y preocupante duda: ¿En el futuro, la ideología política será un factor determinante para acceder en mejores condiciones a los servicios de salud manejados por el poder político reinante?

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Hoy Colombia también vive una preocupante escasez de medicamentos, existía, pero era poco evidente en el gobierno anterior, notablemente visible en el actual, presuntamente propiciada por la actual ministra de salud al no atender a las personas y empresas encargadas de la importación de medicamentos o insumos para su fabricación, complicando aún más la situación y poniendo en riesgo la vida de miles de enfermos, especialmente de quienes padecen enfermedades graves como cáncer y los pacientes con enfermedades crónicas.

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Ya sea de gobierno o de oposición, tal parece que la salud de los colombianos poco o nada le importa a la dirigencia política de nuestro país, únicamente les interesa imponer sus criterios e ideologías personales y sus intereses particulares, por ello, en caso de ocurrir una parálisis en la prestación de los servicios de salud y/o falla en la dispensación de medicamentos, y por ende ocurran desenlaces fatales deben asumir plena responsabilidad ante los colombianos.