La Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas Awá – Camawari, del municipio de Ricaurte, han denunciado públicamente una serie de amenazas y asesinatos que afectan gravemente a su comunidad. Estos hechos, perpetrados por grupos armados ilegales, han generado un clima de zozobra y preocupación entre los miembros del pueblo indígena Awá.
En una declaración pública, Miguel Octavio Caicedo Guanga, coordinador general de Camawari, expresó que la comunidad se declara en Asamblea Permanente debido a la reiterada violación de los derechos humanos y el desprecio por la vida que enfrentan.
Violencia
«Nos están arrebatando la vida de nuestros líderes, como lo demuestra el asesinato del líder indígena James Tomas Guanga Quelal, integrante del Resguardo Pialapi Pueblo Viejo», denunció Caicedo, quien también expresó su rechazo ante la creciente violencia que aqueja al territorio Awá.
A raíz de estos lamentables hechos, la Asociación ha informado sobre la suspensión de la Asamblea General prevista para los días 7 y 8 de febrero, y reafirmó su decisión de mantenerse en Asamblea Permanente hasta que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, junto a su gabinete ministerial y los delegados del proceso de negociación de paz que están en territorio hagan presencia.
La Asociación también ha instado a diversos organismos nacionales e internacionales, como las Naciones Unidas, la Defensoría del Pueblo y ONGs defensoras de los derechos humanos, a que brinden acompañamiento a la comunidad Awá.
Seguimiento
«Exigimos que los organismos competentes realicen un seguimiento al impacto de las violaciones a los derechos humanos, la vida e integridad de las personas, para que se ponga fin al exterminio físico y cultural que enfrentamos», dijo Caicedo.
Además, la Asociación solicitó a la Fiscalía General de la Nación que se adelanten las investigaciones necesarias para esclarecer el asesinato del líder indígena James Tomas Guanga Quelal y otros hechos de violencia que afectan a los miembros del pueblo Awá, como desplazamientos, secuestros y amenazas.
Finalmente, la Asociación reafirmó su compromiso con la unidad, la armonía, el diálogo y la resistencia, a pesar de que los actores involucrados en los procesos de paz continúan incumpliendo sus promesas de diálogo y paz con las comunidades.
Este tipo de movilizaciones, aunque llenas de dolor y desesperanza, también son un llamado a la solidaridad internacional ya la acción inmediata de los gobiernos para evitar el exterminio físico y cultural que amenazan a las comunidades indígenas como la Awá.
La situación refleja una vez más las difíciles condiciones de seguridad que enfrentan los pueblos indígenas en Colombia, que se encuentran en el centro del conflicto armado, sin una respuesta clara por parte del Estado ante sus necesidades de protección.

