Comprendamos bien lo que leemos

Aprender es un proceso íntimamente ligado a la vida del ser humano, indispensable y vital, sucede de manera inconsciente o con plena conciencia y propia voluntad de hacerlo.
Padre Narciso

POR: P. NARCISO OBANDO

Aprender es un proceso íntimamente ligado a la vida del ser humano, indispensable y vital, sucede de manera inconsciente o con plena conciencia y propia voluntad de hacerlo. Es así como los niños aprenden de sus padres, hermanos o amigos, a base de la experimentación y de su natural curiosidad. Conforme van creciendo, estas técnicas cambian y se vuelven más específicas para ser más útiles y eficaces.

La lectura es, uno de los procesos de aprendizaje que nos acompaña desde la infancia hasta la edad adulta. Pero es necesario tener presente que “leer” un texto no es recorrer con la mirada las palabras que lo componen, ni pasar páginas y páginas, es tomar las palabras, decodificarlas en la mente, analizarlas, comprenderlas y codificarlas nuevamente. Es necesaria una comprensión completa del contenido para que ocurra el aprendizaje nuevo. Un libro es sinónimo de cultura, de conocimiento y de enriquecimiento.

La comprensión lectora es una de las herramientas básicas e importantes para los seres humanos a lo largo de toda su vida, sobre todo en su desempeño académico y profesional, ya que las palabras no se hicieron para leerse, se leen para comprenderse.

El comprender un texto otorga la capacidad de convertirlo en un fragmento de nosotros, de interiorizarlo y hacerlo plenamente nuestro. Es tanto así que, la lectura les da a muchas personas tranquilidad por lo que en muchas ocasiones se recomienda como terapia.

Tristemente tanto la lectura como la escritura son prácticas casi nulas entre la niñez, la juventud e incluso los adultos de hoy en día. Esto se ve reflejado en un estudio realizado recientemente, que señala que el 80% de los estudiantes de nivel primaria padecen de diversos niveles de estrés por el rezago académico provocado por la pandemia Covid-19.

En el marco de las evaluaciones académicas nacionales e internacionales, los niños y adolescentes de nuestro país, estudiantes del nivel básico han obtenido resultados preocupantes y alarmantes en su desempeño lector, en concreto un muy bajo grado de comprensión de textos.

El estudio mencionado anteriormente destaca que el 60% de los estudiantes de nivel básica primaria tiene una grave deficiencia lectora, a tal grado que se puede afirmar con absoluta certeza que “no saben leer”.

Colombia y muchos países del tercer mundo, enfrentan la seria problemática que la ciudadanía no tiene el hábito de la lectura, empezando por los niños y jóvenes. Esta situación es determinante en el limitado desarrollo académico y social de la población en general y en el bajo nivel cultural de los residentes de nuestra patria.

La falta de costumbre de leer es un factor generacional, los abuelitos no leen, tampoco los papás, lo que provoca un mayor grado de dificultad al acercamiento de los menores al gusto por los libros. Esta problemática debe convocar al esfuerzo de todos, tanto instituciones de educación como padres de familia, para en conjunto avanzar en la recuperación de las habilidades de estudio y conocimientos de los estudiantes.

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