El anuncio de una medida temporal de pico y placa en la ciudad de Ipiales ha generado inquietud en distintos sectores productivos, especialmente en el gremio comercial. La Cámara de Comercio de Ipiales, en cabeza de su presidente ejecutivo Iván Flores, expresó su preocupación frente a los posibles efectos que esta restricción vehicular tendría sobre la dinámica económica de la frontera, caracterizada por una alta dependencia del flujo de visitantes y compradores.
La administración municipal tiene previsto socializar oficialmente la propuesta el próximo lunes, en una jornada en la que se detallarán los alcances, horarios y objetivos de la medida, concebida como una alternativa para mitigar los problemas de congestión vial en la ciudad. Sin embargo, desde ya el sector comercio advierte que la iniciativa podría desincentivar la llegada de turistas y afectar la competitividad de los negocios locales.
Impacto
Iván Flores señaló que la actividad económica de Ipiales se sostiene, en gran parte, gracias al tránsito constante de compradores provenientes de diferentes regiones y de la vecina República del Ecuador. Una restricción vehicular, dijo, podría desincentivar este flujo y agravar la situación de sectores que aún se recuperan de los efectos de la pandemia y la desaceleración económica.
“Cualquier medida que limite el acceso debe evaluarse cuidadosamente, teniendo en cuenta su impacto real sobre la economía local y la generación de empleo. Es necesario encontrar soluciones que mejoren la movilidad sin frenar el desarrollo económico de la ciudad”, puntualizó.
Preocupaciones
Comerciantes y empresarios temen que la implementación del pico y placa afecte no solo la llegada de visitantes, sino también la logística de abastecimiento y distribución de productos. El dinamismo del comercio fronterizo, caracterizado por alta rotación de mercancías, podría verse comprometido si no se diseñan excepciones para vehículos de carga y transporte de insumos.
Además, los representantes del gremio han manifestado la necesidad de abrir espacios de diálogo en los que se analicen alternativas complementarias, como la modernización del sistema semafórico, la ampliación de zonas de parqueo y la regulación del transporte informal.
La jornada de socialización convocada por la Alcaldía será determinante para aclarar dudas y evaluar ajustes a la propuesta. El sector comercio confía en que sus preocupaciones sean tenidas en cuenta y se logre un equilibrio entre la movilidad urbana y el dinamismo económico.

