Manuel Rosero

Comenzaron los debates

A falta de algunos meses para las elecciones para elegir Presidente de la Republica desde ya se empiezan a conocer los debates de los más de 60 precandidatos en donde se tratan de lograr votos para los comicios.

En este momento no hay novedades con relación a las anteriores jornadas electorales y repiten y repiten un discurso que parece estar aprendido, casi que grabado, señalando y descalificando a unos y otros, por ser de derecha o de izquierda e incluso, tibios. Auto alabándose por sus acciones en el desarrollo de sus cargos públicos, privados y algunos de elección popular, aprovechándose de la mala memoria que parece tener los electores.

Que no se nos olvide que a muchos de esos y esas sonrientes caras que saludan a cada paso que dan para conseguir una firma, los elegimos para ser senadores en el periodo anterior o fueron alcaldes de sus ciudad y gobernadores de su departamento en periodos previos, pero cuando alcanzaron su objetivo dejaron de sonreír y hasta de saludar.

Nuestra realidad nos obliga a buscar al menos peor, como alternativa para llegar al primer cargo del país, pero para ello debe pasar mucho, porque aún están en juego las alianzas; que éste se le pegue a aquel para unirse en acuerdos programáticos, por lo menos eso es lo que dicen, aunque todos sabemos que el acuerdo es netamente por cargos o cotas burocráticas para sus colaboradores cercanos y su núcleo familiar.

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Claro que se supone que este proceso de elegir al nuevo o la nueva Presidente de Colombia tiene ahora un ingrediente adicional que, de mezclarse en la receta política de 2022 puede cambiar el sabor de la torta. Los jóvenes, esos que salieron a marchar durante el paro nacional y que dijeron estar cansados de la realidad politiquera de su patria, deberán cumplir su promesa de salir a votar y no dejarle a los mayores mañosos la decisión de quien será el Presidente.

Si la cumplen de seguro el panorama será distinto y si no, serán una muestra fehaciente de que solo se dejaron calentar la oreja y actuaron al estilo de Vicente, es decir: se fueron para dónde va la gente, lo que se traduce en que no harían nada distinto a lo que hemos hecho quienes tuvimos y tomamos la oportunidad de votar en las elecciones anteriores. Lo malo es que en todos los casos, estaremos equivocados.

Por: Manuel Antonio Rosero Trejo