Durante tres días de diciembre de 2025, Colombia enfrentó un paro armado decretado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) que mantuvo en alerta a autoridades y comunidades de varios departamentos del país. Este paro armado, que concluyó el miércoles a las 6:00 a.m., estuvo marcado por más de 50 acciones violentas en diferentes regiones del territorio.
Las acciones incluyeron ataques con explosivos, bloqueos de vías, hostigamientos a puestos policiales y presencia de banderas del grupo armado, generando temor y paralización de actividades en zonas de Antioquia, Santander, La Guajira, Sucre, Chocó y otras regiones.
Aunque el paro armado fue presentado por el ELN como una acción con “fines políticos”, el saldo trágico incluyó al menos cinco personas fallecidas, entre ellas policías y civiles, y decenas de acciones violentas que afectaron la movilidad de transporte terrestre y la tranquilidad de comunidades rurales y urbanas.
El Gobierno Nacional rechazó enérgicamente estas acciones y reafirmó su compromiso con la seguridad de los ciudadanos, mientras que organizaciones de derechos humanos han pedido acelerar los diálogos para evitar que este tipo de hechos sigan afectando a la población civil.
Este evento recuerda que, a pesar de los avances en algunos frentes de paz y la reducción de la violencia en décadas anteriores, ciertos grupos armados ilegales siguen activos en partes del territorio colombiano, representando un desafío persistente para la seguridad y el desarrollo social.

