Según el Índice de Paz Global 2025 del Institute for Economics & Peace (IEP), Colombia ocupó el puesto 140 de 163 países, lo que lo sitúa como el segundo país menos pacífico de América Latina, solo por delante de Haití.
A pesar de que el país mejoró seis posiciones frente al informe anterior, el avance no fue suficiente para revertir su alta exposición a indicadores de violencia y conflicto interno.
Uno de los puntos más delicados fue el aumento de muertes relacionadas con conflicto armado interno: de 434 casos en 2023 pasó a 933 en 2024. Ese salto es uno de los factores principales que penalizaron la clasificación de Colombia.
El índice evalúa múltiples dimensiones: conflicto en curso, seguridad interna, militarización y mecanismos institucionales de paz. En el caso colombiano, los conflictos armados persistentes, la presencia de grupos ilegales y el control territorial reducido en zonas rurales figuran como desafíos estructurales.
El panorama exige ir más allá de las estrategias meramente represivas: los expertos apuntan a que el desarrollo territorial, la presencia estatal efectiva, la articulación institucional y la mejora de condiciones sociales son piezas clave para mejorar la paz.