Por: Carlos Santa María.
Lo primero que es absolutamente cierto corresponde a un axioma: el país fue recibido por el nuevo gobierno con deudas incalculables y con una inflación galopante la cual no se puede detener en tres meses solamente, sino con medidas que controlen a las multinacionales, los Tratados de Libre Comercio que encarecen la vida, las importaciones que destruyeron el campo y como mínimo el control a los poderes financiero-mediáticos que siembran la angustia y falsean la realidad.
Es aquí y ahora donde todos los “antisocialistas” o simplemente llamados neutrales, que no cuestionan décadas de inflación y desempleo, piden que se modere los precios simplemente al no entender lo que ha sucedido históricamente. Sería interesante darse cuenta que una solución inteligente es que el estado establezca un límite al sector comercial a través de un diálogo concertado para que el pueblo no sea perjudicado nuevamente.
Parece que la idea que hemos dado desde esta columna de que la Caja Agraria como Banco Estatal entre a competir desde lo público se va convirtiendo en realidad, si no se crea un Banco del Estado de Colombia».
Naturalmente ello es difícil ya que este es un país donde la Banca ha definido lo que el gobierno debe hacer, que lo ha ordenado como mínimo por un siglo y que ahora esconde que los intereses que le cobra a la gente es del 22% anual frente al 4% anual que emplean en algunas naciones desarrolladas, lo que significa en el primer caso que un préstamo a 16 años permite cobrarse la deuda cerca de cuatro veces. Eso es agiotismo puro no sancionado legalmente como debe ser.
Parece que la idea que hemos dado desde esta columna de que la Caja Agraria como Banco Estatal entre a competir desde lo público se va convirtiendo en realidad, si no se crea un Banco del Estado de Colombia.
Definitivamente quedó descalificada la teoría capitalista de la falsedad en la oferta y la demanda como una ley que se regula sola, lo que se demuestra en que USA desea con la Unión Europea poner un freno al precio del gas y el petróleo formando un cartel ilegítimo, siempre rechazado en favor de la propiedad privada.
Los procesos van en camino.

