Colombia se está consolidando como un líder regional en la adopción de vehículos eléctricos, impulsada por un compromiso firme con la sostenibilidad y la descarbonización del transporte.
Con la meta de alcanzar 600.000 vehículos eléctricos para 2030, el país ha experimentado un notable crecimiento en este sector, reflejado tanto en el transporte privado como público. Este avance está estrechamente relacionado con el impulso a la electromovilidad y la búsqueda de alternativas más sostenibles para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Según un análisis de WRI Colombia, los vehículos eléctricos actualmente representan el 4.7% de las nuevas matrículas en el país, mientras que los híbridos alcanzan un 21%. Estos datos revelan un progreso considerable en la electrificación del transporte, especialmente en las principales ciudades del país, como Bogotá, Medellín y Cali, donde se concentra la mayor parte de esta transición.
Funcionamiento
En el ámbito del transporte público, uno de los sectores clave en la lucha por la sostenibilidad, Colombia ha dado pasos significativos. El país ya cuenta con 1.590 buses eléctricos en funcionamiento, y para los próximos años se prevé la incorporación de más de 2.000 vehículos adicionales entre 2025 y 2026, como parte de un ambicioso plan de expansión.
Rafael Muñoz, Líder en movilidad eléctrica de WRI Colombia, destaca la importancia de la movilidad eléctrica en la descarbonización del transporte, un sector clave responsable de una gran proporción de las emisiones de GEI.
“Es clave para las ciudades colombianas reducir su huella de carbono, y la electromovilidad es una de las estrategias más eficaces para lograrlo, junto con la promoción del transporte público, la bicicleta y sistemas de movilidad seguros y sostenibles”, explica Muñoz.
Sin embargo, el camino hacia la electrificación del transporte en Colombia no está exento de desafíos. Uno de los principales obstáculos es la falta de infraestructura adecuada, especialmente en lo que respecta a los puntos de carga.