Colombia le apuesta a la institucionalidad

Las movilizaciones en Colombia muestran que las mayorías no le apostarán a una avanzada golpista

No es de política que voy a hablarles. Tampoco a revelarles mis preferencias por uno u otro sector. Sino de una conclusión que salta a la vista tras las gigantescas movilizaciones en Colombia este 19 de septiembre. Evidencian que, si como dicen los informes que tiene el presidente Petro, quieren tumbarlo o acabar con su vida, las mayorías respetarán la institucionalidad y la tradición democrática y del país, y no lo permitirán.

En la Plaza de Cayzedo, tomándome un cafecito al caer una tarde caleña, con una brisa fresca, me dijo la señora que me vendió el café. “Si tumban a Petro, esta vaina se complica

La miré, me sonreí con prudencia y le pedí una cuchara para revolver el contenido. “A nadie le conviene un golpe, eso sería fatal”.

Ella me respondió, con cierta candidez: “Yo me iría para España. Mi cuñada se fue hace año y medio; trabaja en un hotel. Le va bien. De vez en cuando envía unos pesitos.

Junto a nosotros pasan las personas. Unos presurosos para ir a tomar el transporte masivo, otros de camino a una diligencia. Alguien saluda. Me conoce desde que inicié en prensa y radio, en los comienzos de la década de los ochenta.

Mi señora, no creo que la solución sea irnos, que nos toque salir corriendo para otro país. Colombia es hermosa. Es nuestra tierra. Debemos aprovechar las oportunidades que nos ofrece”, me dije tras reconocer que el cafecito estaba rico, cargadito.

Pues mire, yo vendiendo tintos…”, se lamentó. Ella desconoce que, en otras latitudes, explotan a los colombianos, aprovechando que no tienen documentación. Los hacen trabajar y, al final del mes, si protestan por el pago, los amenazan con traerles a Migración para que los deporten.

Una sonrisa y se marchó. Quizá no muy convencida, pero al menos hablamos de un punto que nos atañe a los dos: debe prevalecer la institucionalidad.