Bogotá, D. C. — 26 de septiembre de 2025
Colombia presentó hoy su nueva contribución nacional en materia climática, conocida como NDC 3.0 (Contribución Nacionalmente Determinada), mediante la cual se compromete a limitar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2035 a un rango máximo de entre 155 y 161 millones de toneladas de CO₂ equivalente (MtCO₂e).
Además de esta meta de mitigación, el país confirmó también su intención de reducir las emisiones de carbono negro (black carbon) en una cifra entre 6.130 y 8.873 toneladas para 2035, respecto a los niveles de 2014 (sin contar los incendios forestales).
Pero Colombia no se limita a una estrategia de solo mitigación. La nueva NDC incluye también un componente de adaptación climática con el fin de “reducir el riesgo y los impactos socioeconómicos asociados con la variabilidad y el cambio climático”. Para este fin, define ocho prioridades sectoriales:
- Biodiversidad y servicios ecosistémicos
- Recursos hídricos
- Seguridad alimentaria y producción agrícola
- Salud humana
- Infraestructura
- Gestión del riesgo de desastres
- Patrimonio cultural
- Asentamientos humanos
Estas ocho prioridades constituyen la hoja de ruta que orientará las acciones de adaptación y resiliencia a nivel territorial y sectorial
Reacciones y contexto institucional
En la declaración oficial (versión en inglés) del WRI, Carolina Useche — directora de clima, economía y finanzas de WRI Colombia — señaló que:
“Esta actualización de la NDC envía una señal alentadora de continuidad en la gobernanza climática de nuestro país. La versión declarativa, aprobada por la Comisión Intersectorial de Cambio Climático, reafirma los compromisos internacionales no solo en reducción de emisiones y protección de ecosistemas estratégicos como la Amazonía, sino también en promover un desarrollo socioeconómico que beneficie a las personas, la naturaleza y el clima.”
Por su parte, el Ministerio de Ambiente de Colombia ya había hecho públicos estos avances al ratificar las metas climáticas para 2030 y comprometerse con nuevos objetivos hacia 2035. En un comunicado oficial, se explicó que la Comisión Intersectorial de Cambio Climático aprobó la versión declarativa del compromiso nacional como parte del proceso de estructuración de la NDC 3.0.
El gobierno también reconoció que lo aprobado es un paso inicial: el documento pasará por mesas técnicas y espacios de diálogo con sectores diversos —incluyendo comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes— para robustecer el compromiso final antes de su presentación formal.
Desafíos, críticas y perspectivas
Aunque se celebra la presentación de una meta más ambiciosa, algunos analistas y observadores del ámbito climático advierten que aún faltan detalles técnicos importantes. Por ejemplo:
- En algunos medios se señala que la versión publicada de la NDC no especifica claramente cuál es la línea de base (el escenario de referencia de emisiones) sobre la que se mide la reducción, lo cual dificulta evaluar rigurosamente la ambición real del compromiso.
- La transición hacia una economía baja en carbono exige recursos financieros, mecanismos eficaces de monitoreo, reporte y verificación, y la articulación institucional entre múltiples sectores y niveles territoriales.
- Algunos estudios de seguimiento (como el Climate Action Tracker) sugieren que los compromisos colombianos, aunque relevantes a escala nacional, podrían no ser suficientes para alinearse con el límite de calentamiento compatible con 1,5 °C, salvo que se fortalezca el apoyo internacional y se incremente la ambición.