En un gesto de solidaridad y compromiso con la protección de la infancia en medio del conflicto armado, el Colegio Normal Superior Sagrado Corazón De Jesús, ubicado en San Pablo, Nariño, se unió de manera activa a la campaña del Día de las Manos Rojas bajo el lema «Nunca más niñas, niños y adolescentes en la guerra».
Conscientes del impacto devastador que la guerra tiene en la niñez y la adolescencia, estudiantes y profesores del colegio levantaron sus manos pintadas de rojo en señal de rechazo a la violencia que afecta a los más vulnerables en los conflictos armados. Esta iniciativa, impulsada por la profesora Mabel Castillo, busca crear conciencia sobre la importancia de proteger a la infancia y adolescencia de los horrores de la guerra.
«Las guerras dividen y destrozan a la sociedad», expresó la profesora Castillo. «Las niñas y niños corren el riesgo de repetir ciclos de violencia, impactando y desvirtuando los esfuerzos por la construcción de paz. Es crucial que desde las aulas y la sociedad en general levantemos nuestra voz y nuestras manos para decir ‘¡Basta!’ a esta realidad».
Actividades
El evento en el Colegio Normal Superior Sagrado Corazón De Jesús fue más que un acto simbólico; fue un momento de reflexión y sensibilización sobre los derechos de la infancia y la necesidad de protegerlos en todo momento, incluso en situaciones de conflicto. Los estudiantes participaron en actividades educativas sobre los efectos psicológicos y sociales de la guerra en los niños, así como en discusiones sobre cómo pueden contribuir a construir un futuro más pacífico y seguro para las generaciones venideras.
La campaña del Día de las Manos Rojas es solo un paso en el camino hacia un mundo donde niñas, niños y adolescentes no sean víctimas de la violencia armada. Sin embargo, acciones como estas son fundamentales para mantener viva la esperanza de un futuro en el que la paz sea una realidad palpable para todos. En San Pablo, Nariño, el Colegio Normal Superior Sagrado Corazón De Jesús ha demostrado que la comunidad educativa puede ser un poderoso agente de cambio en la lucha por un mundo más justo y seguro para las futuras generaciones.