En medio de una crisis prolongada que afecta al corazón agrícola del altiplano cundiboyacense, se realizó en Villapinzón el Encuentro Nacional del Sector Papero, una cita que reunió a cientos de pequeños y medianos productores con el objetivo de visibilizar la gravedad del panorama y exigir respuestas concretas al Gobierno Nacional.
Villapinzón, reconocida como la capital papera de Colombia, fue escenario de un llamado unificado: garantizar precios justos para la papa y proteger la sostenibilidad de más de 90 mil familias que dependen directamente de este cultivo. Representantes de distintas regiones productoras del país señalaron que los costos de producción —fertilizantes, insumos, transporte— superan ampliamente el valor de venta, lo que ha generado pérdidas económicas, endeudamiento y un creciente desinterés de las nuevas generaciones por continuar en el campo.
Durante el encuentro, se plantearon acciones urgentes como la implementación de mecanismos de regulación de precios, el fortalecimiento de canales de comercialización directa y el diseño de una política pública diferencial para el sector papero, que considere su carácter estratégico en la seguridad alimentaria del país.
Organizaciones agrarias y líderes campesinos insistieron en que los anuncios deben transformarse en resultados medibles. “Los productores no pueden seguir siendo los eslabones más débiles de la cadena”, advirtieron algunos voceros. También se hizo énfasis en la necesidad de revisar los tratados de libre comercio que impactan negativamente al agro nacional, así como de invertir en infraestructura rural y asistencia técnica.
El encuentro concluyó con una solicitud formal al Ministerio de Agricultura y al Gobierno Nacional: instalar una mesa de trabajo permanente con representantes del sector papero, para avanzar en soluciones estructurales y evitar que la crisis se profundice aún más.
Mientras tanto, en Nariño campesinos siguen sembrando la papa con esfuerzo, pero con incertidumbre.
