El accidente se produjo entre un tren de mercancía y uno de pasajeros, cerca de la ciudad de Larissa en Grecia central, a unos 300 kilómetros al norte de Atenas.
Las primeras estimaciones del Gobierno Griego apuntan a un error humano, ya que, al parecer, los dos trenes estaban circulando en la misma vía, sin embargo, también existe la posibilidad de que uno de los trenes haya descarrilado en invadido la vía contraria.
Al menos tres vagones se incendiaron tras el incidente. El tren de pasajeros llevaba unas a 300 personas a bordo cuando se produjo la colisión.
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Los equipos de rescate, acompañados por el ejército, continúan sus labores para liberar a los pasajeros atrapados en los vagones, y se teme que aumente el número de muertos.
El ministro de Salud de Grecia, Thanos Plevris, dijo que el proceso de identificación de las víctimas está en proceso y que ha habido algunas dificultades en el proceso. «Hemos comenzado el proceso de identificación de los muertos. Como entienden, este es un proceso aterrador para los padres y familiares que están aquí. Nosotros los ayudaremos tanto como podamos”.
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Vassilis Varthakogiannis, portavoz de los bomberos, dijo en una sesión informativa televisada que a primera hora de este miércoles, luego del accidente, el equipo de rescatistas estaba en el proceso de identificar a las víctimas mortales del accidente. Según él, 150 bomberos y socorristas trabajan en el lugar del accidente, pero las temperaturas dentro del primer vagón alcanzaron los 1.300°C, lo que hace que sea difícil identificar a las personas que estaban dentro.