Chocó: inundaciones y paro armado del ELN desatan crisis

La temporada invernal afecta ya a casi 200,000 personas en 27 de los 31 municipios de Chocó, una región golpeada por el conflicto y la falta de atención estatal. Las restricciones impuestas por el ELN han dificultado el ingreso de ayudas a algunas comunidades. En zonas como el caserío El Salto, en Bojayá, pobladores han visto sus casas y cultivos arrasados por las aguas, obligados a refugiarse en colinas para salvarse de la crecida. “Todo pasó muy rápido. Perdimos nuestras siembras, nuestras casas, nuestros animales. Quedamos sin nada”, contó una sobreviviente indígena embera al medio local Citará TV.

Las lluvias intensas han dejado a municipios como Bojayá, Alto Baudó, Bahía Solano y Litoral de San Juan bajo el agua, y cada día aumentan las víctimas. Según la gobernadora Nubia Córdoba, el número de afectados ha crecido hasta 190,000, sobrepasando las capacidades de respuesta municipal y departamental. Córdoba solicitó al Gobierno Nacional inversiones urgentes para atender la emergencia y, a largo plazo, gestionar el riesgo en la región.

Además de la emergencia climática, el paro armado del Frente de Guerra Occidental del ELN, en el suroriente de Chocó, mantiene incomunicadas a 85 comunidades afros e indígenas en las cuencas de los ríos San Juan, Sipí y Cajón, afectando a unas 45,000 personas. Este es el tercer paro armado del ELN en lo que va del año, limitando aún más la movilidad y profundizando el confinamiento de la población.

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El líder social Richard Moreno explicó que incluso sin emergencias, las comunidades viven en constante vulnerabilidad, con movilidad restringida y escasa presencia del Estado. Chocó es el quinto departamento con mayor Índice de Pobreza Multidimensional en Colombia (37.4 en 2023), el primero en desempleo (18.2%) y uno de los más afectados por el conflicto armado, lo que resalta la necesidad de intervenciones estructurales y permanentes para mejorar las condiciones de vida de su población.