En una contundente operación contra el secuestro y la extorsión en el litoral Pacífico, la Policía Nacional logró en las últimas horas la captura de un sujeto conocido bajo el alias de Antony, quien era requerido por la justicia por los delitos de secuestro extorsivo agravado y extorsión. El procedimiento fue adelantado por unidades del GAULA Nariño, en articulación con la Seccional de Inteligencia Policial (SIPOL).
La detención se produjo en el municipio de Tumaco como resultado de un proceso investigativo que permitió ubicar y judicializar a este individuo, señalado de ser uno de los principales articuladores de extorsiones contra comerciantes en la región. Según el informe oficial, alias Antony habría participado en varios casos de secuestro donde se exigían sumas de hasta $10.000.000 de pesos colombianos, bajo amenazas de muerte a las víctimas y sus familias.
Vínculos
De acuerdo con las autoridades, el detenido se identificaba como miembro del Grupo Armado Organizado Residual (GAOr) RAER-FAC, Frente Alfonso Cano, una estructura criminal que hace parte de la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (CNEB), y que opera en distintas zonas del Pacífico nariñense. Esta organización se dedica a múltiples actividades delictivas, incluyendo el secuestro, la extorsión, el narcotráfico y el control armado de territorios estratégicos.
“La captura de este sujeto representa un duro golpe a las economías ilícitas que financian a estos grupos residuales. Continuaremos trabajando sin descanso por la seguridad y libertad de la población civil, especialmente en las regiones más afectadas por la violencia”, indicó un vocero del GAULA Nariño tras conocerse el resultado de la operación.
Mecanismos
La situación de orden público en Tumaco ha sido compleja durante años, con constantes denuncias de extorsiones a comerciantes, transportadores y empresarios locales. En muchos casos, los delincuentes utilizan el secuestro como mecanismo de presión para obtener dinero, afectando gravemente la economía y el tejido social de la zona.
Alias “Antony” era considerado un objetivo de alto valor para las autoridades, dado su historial delictivo y su presunta participación en una red de extorsión que operaba con métodos sistemáticos y violentos. Las víctimas habrían sido seleccionadas previamente mediante labores de inteligencia criminal, lo que demuestra la planeación detrás de estas acciones. El capturado fue puesto a disposición de la autoridad judicial competente y enfrenta cargos por secuestro extorsivo agravado, un delito que, según el Código Penal colombiano, puede acarrear penas de más de 30 años de prisión, dependiendo de los agravantes.

