CAYERON LOS GALLEROS

Atraían a sus víctimas con falsas oportunidades de trabajo para después robarlas. 

Cinco integrantes del grupo criminal conocido como “Los Galleros” fueron capturados en un operativo del Gaula de la Policía Nacional, tras comprobarse su participación en múltiples casos de secuestro extorsivo en Cundinamarca. Esta organización criminal se hacía pasar por una empresa seria para atraer a sus víctimas con falsas oportunidades laborales, y luego exigían millonarias sumas a cambio de su liberación.

La operación “Ares” se llevó a cabo en Bogotá, Ibagué y en los municipios de Silvania y La Mesa. En total, fueron detenidos cuatro hombres y una mujer, identificados con los alias de “el Gallero”, “Gámez”, “Zorro”, “Pícaro” y “la Mona”. Todos enfrentan procesos judiciales por secuestro extorsivo, hurto calificado y porte ilegal de armas.

Citas en zonas rurales

El mecanismo usado por Los Galleros iniciaba con una llamada telefónica o un mensaje que simulaba una propuesta laboral formal, especialmente dirigida a profesionales como transportadores, topógrafos o ingenieros. Les prometían buenos honorarios por trabajos en terrenos rurales y los citaban en fincas o parajes apartados en municipios como Tocaima, Viotá, Fusagasugá y Arbeláez.

Una vez llegaban al punto de encuentro, las víctimas eran interceptadas por varios miembros de la banda, quienes, armados, los intimidaban, les robaban sus pertenencias y los mantenían retenidos en condiciones precarias. Allí comenzaba la segunda fase de la operación criminal: la presión directa a las familias para que pagaran el rescate.

Terror psicológico y amenazas

Los delincuentes utilizaban grabaciones de voz, videos y mensajes de texto para exigir el dinero a los familiares. En el material enviado, las víctimas aparecían amarradas, golpeadas o bajo amenaza directa de muerte, lo que intensificaba el miedo y obligaba a los parientes a reunir altas sumas de dinero en poco tiempo. En algunos casos, los extorsionistas llegaron a pedir hasta 70 millones de pesos.

La operación Ares ha sido clave para el desmantelamiento de varias estructuras dedicadas al secuestro extorsivo en el centro del país. Con la captura de “Los Galleros”, ya son más de 20 los delincuentes puestos a disposición de las autoridades gracias a esta ofensiva articulada entre el Gaula y la Fiscalía. En los últimos meses, otras bandas que empleaban métodos similares —como falsos empleadores, citas en zonas rurales o secuestros exprés— también han sido neutralizadas. Las autoridades siguen en alerta, pues se sospecha que más grupos estarían usando estas trampas para delinquir.