Carlos Felipe Córdoba, contralor general, mencionó que recibió el apoyo de los excontralores Edgardo Amaya, Sandra Morelli y Julio César Turbay, frente al ejercicio de su independencia en las decisiones que ha tenido que asumir recientemente ese organismo de control.
Por su parte, Edgar Maya, indicó a través de un comunicado que: «la CGR es una institución autónoma, independiente y profesionalizada».
“…No me asiste la más mínima duda respetando los distintos criterios jurídicos, que las actuaciones de usted como contralor, así como de todas las instancias que se surten al interior de la Contraloría, se ajustan a los mandatos constitucionales y legales a los cuales se sujeta la entidad”, agregó.
«Le reitero mi certeza sobre la independencia y transparencia de las decisiones asumidas por usted y por las distintas instancias de la Contraloría que preside”, aseveró Maya.
Asimismo, la excontralora Sandra Morelli, expresó que «las críticas, ataques y acusaciones temerarias hacen parte del riesgo de ser Contralor».
«Ni las tesis apocalípticas como las que se ventilan en torno al caso de Hidroituango y el futuro energético de Colombia, ni las presiones de medios de comunicación, ni los anuncios de liquidar la Contraloría, deben nublar los resultados de los sesudos análisis técnicos que es capaz de realizar la Contraloría y tanto menos, debe nublar la imparcialidad jurídica con que ha de proferirse una decisión oportuna, objetiva y por sobre todo, respetuosa del derecho convencional, de la constitución y de la Ley”, puntualizó.
Finalmente, Julio César Turbay, manifestó su apoyo al contralor Córdoba en los siguientes términos: “Estoy seguro que la Contraloría estará siempre bien resguardada por el señor contralor como ha ocurrido en el pasado y que la institucionalidad prevalecerá. Por tal motivo le hago llegar a usted y a su equipo de trabajo, mi respaldo a la tarea que vienen desempeñando
“Esta no es una oficina de relaciones públicas. En todo momento hay personas, empresas y entidades que terminan afectadas por las investigaciones por la vigilancia y control que se les realiza a los recursos del Estado. Pues esta no es propiamente una oficina de relaciones públicas”, concluyó Turbay.

