Rosa López es nuestra empleada que colabora en los oficios de la casa desde hace más de 26 años. Es una mujer llena de virtudes, trabajadora, cumplidora de sus responsabilidades y muy, pero muy honrada. Estas virtudes las trajo desde su hogar ubicado en una vereda de Chachagüí.
Hace 8 días, mientras almorzábamos dijo:” Que p…tas, la plata no sirve para nada, salí el fin de semana a hacer la remesa y a duras penas me alcanzó para un mercadito. Antes con 100 mil pesos hacía el mercado y ahora apenas compré unas cositas y regresé sin un peso en el bolsillo. Todo está carísimo. Ahora ya ni papas se puede comer, porque el bulto está a 140 mil pesos”.
Mientras almorzábamos juntos, manoteando sobre la mesa continuó diciendo: ” para qué p…tas el gobierno nos reajusta el salario si en el primer mes autoriza el incremento de los precios de la gasolina, el transporte, el impuesto predial, el copago, los medicamentos, las matrículas, los útiles escolares etc., etc., y permite que los alimentos se trepen hasta las nubes?”.
Rosita a duras penas hizo la primaria. La pobreza que vivía en el campo la obligó a venirse a la ciudad, en donde encontró mejores condiciones de vida y trabajo, como les ha ocurrido a millones de campesinos colombianos. Trabajo que le ha permitido sacar adelante a sus dos hijos.
Cómo no va a quejarse Rosita, como la llamamos familiarmente, si el precio de las papas, según el Dane, subió el 75%, los aceites el 44,28; la carne de res el 29.55%; el tomate de árbol el 27,62%; las frutas el 26,42%; la yuca el 22,26% y la carne de cerdo entre otros productos de la canasta familiar el 21,54%.
Como puede verse, Rosita tiene la razón, todo está carísimo y el reajuste salarial no sirvió para nada. El Gobierno Nacional se tomó la foto con los líderes de las centrales obreras y de los gremios de la producción, únicamente por razones electorales. Lo que nos entró por un bolsillo, nos los sacó por el otro.
POR: VICTOR RIVAS MARTINEZ.
