Captura de ‘El Viejo’ reaviva la pista de la Segunda Marquetalia en el magnicidio de Miguel Uribe Turbay

La detención en el municipio de Puerto Lleras (Meta) de Simeón Pérez Marroquín, alias ‘El Viejo’, ha reavivado una de las hipótesis clave en la investigación del asesinato del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay: que la autoría intelectual del crimen podría estar vinculada a la Segunda Marquetalia.
Según fuentes de la investigación judicial, Pérez Marroquín sería el “vértice criminal” que conectó al grupo armado con la estructura de cobro ubicada en Bogotá que concretó el atentado. Registra antecedentes por hurto calificado, homicidio, porte ilegal de armas y tráficos de estupefacientes, y después de salir de prisión habría retomado su actividad criminal desde Caquetá, usando como base operativa esa región.
Entre los hallazgos que refuerzan la hipótesis está el testimonio de una mujer, alias ‘Gabriela’, quien huyó a Belén de los Andaquíes bajo orientación del alias ‘El Viejo’. Esa zona del Caquetá es señalada por autoridades como fortaleza de la Segunda Marquetalia, que según inteligencia ejerce control territorial en la región.
Durante las audiencias, otro capturado —Carlos Eduardo Mora González, conductor del vehículo utilizado para el atentado— declaró que alias ‘Chipi’ y alias ‘El Mosco’, articuladores del plan, reportaban a ‘El Viejo’. En ese contexto vuelve a tomar fuerza la pista de la Segunda Marquetalia como instigadora del crimen.
La investigación busca ahora determinar si el magnicidio se decidió en la cadena de mando de ese grupo armado, o si fue ejecutado por disidencias sin la dirección del comando central. Las autoridades apelan a la detención de ‘El Viejo’ como un avance clave para desmantelar la red criminal que operó desde el Caquetá hasta Bogotá, y recomponer la ruta financiera y logística que culminó en el ataque ejecutado el pasado 7 de julio en el occidente capitalino.